Arnold de Graauw (79) es un abuelo orgulloso. El sábado por la mañana estuvo presente temprano en el desfile en D’n Haaykaant (Raamsdonk) para ver a sus nietos trabajando. Al abuelo no se le permite ayudar y sólo tiene que mirar. “No, abuelo. Podemos hacerlo nosotros mismos”, afirman.
Porque después del abuelo Arnold y su hijo Theo (52), cuatro nietos se hicieron cargo. Ahora son los constructores de carretas de la familia y eso enorgullece mucho al abuelo Arnold. “Es inimaginable que estos jóvenes puedan hacer cosas como ésta de esta manera. Sé lo difícil que es esto”.
Los cuatro nietos forman parte del club de carnaval ‘Witte Gij ‘ut’ de Maoneblusserslaand. Este sábado participarán en el desfile en D’n Haaykaant. Los integrantes tienen entre 14 y 19 años.
“Este es un auto increíblemente hermoso”, sonríe el abuelo Arnold. “Muy bien terminado. Creo que merecen un gran premio”.
La generación más joven de De Graauw no necesita ayuda. “Recogen algo en todas partes. Algunos consejos míos y de su padre y de personas de otras asociaciones”.
“Yo mismo construí autos hasta los 75 años, docenas en total”, dice el abuelo. “No voy a empezar de nuevo. Creo que es fantástico que se hayan hecho cargo. Y no podría haberlo construido tan bellamente como ellos”.