Durante mucho tiempo, el mercado NFT pareció reservado a un grupo limitado de expertos con mucho conocimiento técnico, pero eso cambió hace dos años. De repente, superestrellas como Madonna o Justin Bieber también estaban impulsando el fenómeno. Un NFT, también conocido como token no fungible, permitiría a las personas en el espacio digital demostrar que algo es suyo.
Las obras de arte digitales se vendían con frecuencia y Bieber, por ejemplo, compró NFT del Bored Ape Yacht Club por más de 1,2 millones de dólares. Hoy en día todavía valen unos 56.000 euros. El canadiense no comerá ni un sándwich menos por ello, pero su historia es indicativa de un fenómeno más general. Un estudio de DappGambl muestra que el 95 por ciento de las NFT ahora no tienen valor, y aproximadamente 23 millones de inversores ven su dinero esfumarse.
La oferta de tokens digitales disponibles también es mucho mayor que la demanda. Sólo el 21 por ciento de las colecciones de NFT examinadas en el estudio se vendieron por completo. “Hemos superado el pico, pero lo mismo ocurre con el resto del mercado de las criptomonedas”, afirma el informático Jeroen Baert. En los últimos años se han producido varios escándalos y reveses que han hecho mella en la confianza de muchos inversores. Por ejemplo, la importante plataforma criptográfica FTX de Sam Bankman-Fried quebró. Además, los NFT fueron un revuelo de todos modos y una gran parte de los tokens digitales estaban sobrevalorados. “Era de esperar que en algún momento se produjera una corrección de precios”, afirma Baert.
En los últimos dos años, las NFT se han multiplicado. Desde los goles del Club Brugge hasta las victorias de Wout van Aert: la búsqueda de dinero empujó a varias empresas hacia la tecnología de moda. Un gran número de personas que invirtieron en ese momento no están satisfechas con sus retornos. Sin embargo, eso no significa que el concepto subyacente también esté muerto y enterrado. Ciertas marcas aún pueden usar NFT para involucrar más a los fanáticos con sus productos y brindarles beneficios exclusivos. Nike, por ejemplo, vende ropa, zapatillas y accesorios virtuales a través de su plataforma Swoosh. Los compradores pueden usarlo para explorar un mundo virtual y también obtener acceso a eventos especiales. Esa estrategia es muy popular. “Hay menos transacciones que en el pico, pero cada semana todavía se negocian NFT por valor de 63 millones de euros. Eso no es nada”.