El 70 cumpleaños de Mario Kempes, el matador del pueblo que inspiró a Holly & Benji


Protagonista absoluto de la final del Mundial de 1978 ante la Holanda de Cruijff, ídolo antes que Diego, fue el actor principal de aquel Mundial disputado en Argentina mientras la dictadura militar consumía el horror de la política de los desaparecidos.

Al celebrar el 70 cumpleaños de Mario Kempes, todos volvemos inevitablemente a la imagen que por sí sola vale toda la vida: El Matador se regocija, con los brazos abiertos y levantados hacia el cielo, su largo cabello ondeando al viento, los ojos bien abiertos, la boca deformada. por una sonrisa de felicidad, detrás de él la mancha naranja de una pareja de defensores holandeses, todo el campo verde salpicado de «Papelitos», las hojas que se arremolinaban en el aire antes de los partidos del Mundial de Argentina 1978. Kempes corre hacia su pueblo, dentro de esa pequeña burbuja de felicidad, en un país bajo el yugo de la dictadura de los coroneles. A unos cientos de metros, en la Escuela Mecánica de la Armada, la Esma, se desarrolla el horror. En esa Argentina que empezó con una canción infantil: Fillol, Olguín, Galván; Kempes se disputaba entre el centro y la izquierda, muchas veces en el mediocampo ofensivo, intercambiando posiciones con Leopoldo Luque, mientras que Daniel Bertoni había hecho del flanco derecho el territorio de sus incursiones.



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