Los expertos en derechos humanos denuncian ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y cientos de casos de tortura. Los investigadores también denuncian las decenas de casos recientes en los que críticos del gobierno fueron privados de su nacionalidad nicaragüense. Además, miembros de la policía nacional y grupos armados progubernamentales han sido vinculados a la violencia sexual.
“Estas violaciones y abusos se cometen a gran escala y sistemáticamente por razones políticas”, dijo Jan Simon, presidente del grupo de expertos. Los crímenes de lesa humanidad continúan, subraya. Los crímenes son el resultado de “un desmantelamiento deliberado de instituciones” y una destrucción de las libertades fundamentales, dice el informe.
El gobierno del exlíder guerrillero Daniel Ortega está reprimiendo a sus opositores en Nicaragua. En 2018, las protestas contra el régimen fueron brutalmente reprimidas y resultaron en la muerte de más de 300 personas. Desde entonces, miles de opositores han sido encarcelados. Muchos de esos presos están aislados o se enfrentan a una violencia excesiva.