EI quiere vengar la muerte de su líder y llama a atentados en Europa

El 3 de febrero, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció la muerte del exlíder del EI, apodado el “Califa”. El hombre se inmoló durante una operación militar estadounidense en el noroeste de Siria, una región bajo control yihadista. Su muerte fue confirmada por IS el 10 de marzo. Poco se sabe sobre el nuevo califa, Abu al-Hasan al-Hashimi al-Quraishi.

IS todavía está presente en Irak y Siria. Según un informe de la ONU publicado el año pasado, la organización yihadista contaría con “un total de 10.000 combatientes activos” en ambos países. IS también está activo en otras partes del mundo, con sucursales en muchos países de Asia y África.



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