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Estados Unidos advierte a los países que comercian con Rusia que corren el riesgo de recibir sanciones secundarias si permiten que los bancos rusos establezcan sucursales locales para financiar el suministro de bienes para la maquinaria de guerra de Vladimir Putin.
La medida tiene como objetivo cerrar las soluciones alternativas que Rusia ha utilizado para eludir las sanciones, en particular encontrando medios oscuros para pagar los bienes de doble uso necesarios para fabricar armas para su invasión de Ucrania.
Wally Adeyemo, subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, dijo al Financial Times que Washington ahora estaba preparado para perseguir a los países que permitieran a los bancos rusos establecer sucursales en sus jurisdicciones para evadir las sanciones occidentales, incluso si el banco en sí no estaba bajo sanción.
“Iremos tras la sucursal que están estableciendo, pero también a las otras entidades y empresas de su jurisdicción que trabajan con ellos”, dijo Adeyemo.
“No es sólo una advertencia contra hacer negocios con subsidiarias o sucursales de una institución ya sancionada”, agregó, diciendo que los países deberían impedir que se establezca cualquier sucursal o subsidiaria rusa “ya que se usará para eludir las sanciones que nuestra coalición ha establecido”.
Las medidas son las últimas de una serie de cambios de reglas diseñados para frustrar las importaciones rusas de bienes sensibles relacionados con la guerra, haciendo que los bancos de todo el mundo se muestren cautelosos a la hora de involucrarse en la financiación de ese comercio.
En diciembre de 2023, la Casa Blanca emitió una orden ejecutiva que advertía a las instituciones financieras extranjeras que corrían el riesgo de recibir sanciones secundarias si realizaban o facilitaban transacciones relacionadas con el complejo militar-industrial ruso. En junio, las entidades incluidas en la orden se ampliaron para incluir a cualquier entidad rusa sancionada.
Se ha atribuido a la amenaza el haber causado importantes problemas a Rusia a la hora de financiar la importación de artículos sensibles. Los datos comerciales oficiales muestran que las exportaciones de China y Turquía a Rusia de los productos bélicos más críticos cayeron drásticamente tras la orden.
Las exportaciones chinas de los llamados bienes “de alta prioridad”, un conjunto de exportaciones que Estados Unidos y sus aliados han hecho esfuerzos particulares por detener, cayeron de 421 millones de dólares en diciembre a 212 millones de dólares en febrero.
Adeyemo dijo que Rusia había seguido luchando para encontrar canales de pago para los bienes después de las recientes sanciones estadounidenses contra empresas como VTB Bank Shanghai, la única oficina de representación de un banco ruso en China, que Estados Unidos incluyó en la lista negra en junio.
Hablando después de la decisión estadounidense, Andrei Kostin, director ejecutivo de VTB, admitió que Rusia estaba teniendo dificultades para encontrar nuevas lagunas antes de que Estados Unidos lograra cerrarlas.
“Hemos observado que, independientemente de las medidas que adoptemos, la reacción occidental es muy rápida”, dijo Kostin en una conferencia en julio. “En cuanto hacemos algo en cualquier lugar, llega una delegación de diez personas y empieza a golpear a las autoridades locales en la cabeza para detenernos”.
Kostin dijo que “la situación empeora cada día, pero todavía la estamos solucionando y los bienes siguen fluyendo”.
Adeyemo dijo que Estados Unidos estaba cambiando su enfoque hacia bancos más pequeños en nuevos países después de que una ronda anterior de presión impulsó a prestamistas más grandes en países como China, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos a abandonar a sus contrapartes rusas.
Rusia está haciendo esfuerzos para establecer sistemas de pago alternativos, lo suficientemente fuertes como para resistir la presión occidental, con países como China e Irán que comparten su resentimiento por el dominio financiero de Estados Unidos.
El primer ministro chino, Li Qiang, y el primer ministro ruso, Mijail Mishustin, se comprometieron a “garantizar que los canales de pago funcionen de manera fluida y adecuada” tras una reunión celebrada el jueves en Moscú. Esto incluye utilizar el renminbi y el rublo para más transacciones, abrir más cuentas corresponsales en sus respectivos países y apoyar vínculos más estrechos entre sus sistemas financieros.
Pero Adeyemo dijo que el dominio de Occidente sobre las finanzas globales significó que la mayoría de los bancos importantes cedieron ante la presión occidental. “Hacen muchos más negocios con Estados Unidos, la UE, el Reino Unido y el resto de nuestra coalición que con Rusia”, dijo. “No quieren perder el acceso al dólar, el euro, la libra o el yen”.
El viernes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos añadió a la lista de sanciones a 400 personas y entidades “cuyos productos y servicios permiten a Rusia sostener su esfuerzo bélico y evadir sanciones”. Entre los nuevos miembros se encuentran empresas acusadas de adquirir municiones, blanquear oro, obtener máquinas herramienta y ayudar a oligarcas a evadir sanciones.