La idea es tan genial como atrevida. El violinista Mathieu van Bellen y el pianista Mathias Halvorsen (ambos de 34 años) concibieron el plan hace seis años para arreglar óperas para piano y violín. No deberían ser solo algunas arias conocidas, sino óperas realmente enteras, y luego sin cantar. El año pasado se llevaron la de Giacomo Puccini La Boheme (1896) op.
Una locura, hacer tal arreglo. Pero el resultado, ahora disponible en los servicios de transmisión, es impresionante. “Mathias es alguien que siempre te desafía y tiene ideas especiales”, dice Van Bellen, conocido del Busch Trio y recientemente concertino de Phion. ‘Para probar el arreglo operístico, optamos por una obra en un acto, sofia arnold por Gabriel Pierne. Tocamos para unas diez personas. Fue tan divertido que pensamos: ¿no deberíamos hacer una ópera más grande?
Pero, ¿cuál eliges, a qué le prestas atención? ‘La ópera no debe ser demasiado larga, debe haber mucha variación en el tempo y el color, pero no debe haber demasiados roles. Las arias de Verdi suelen ser más largas y hay menos variedad en el acompañamiento. La Boheme dura una hora y cuarenta y cinco minutos y era muy adecuado con sus fuertes melodías.’
Con su arreglo, Van Bellen y Halvorsen mantienen una tradición: antes del advenimiento de la portadora de sonido, los amantes de la música a menudo tenían que depender de los arreglos de piano o música de cámara para uso doméstico. Pero los aficionados inteligentes que juegan este arreglo.
“Nos inspiramos en compositores como Pablo de Sarasate, Fritz Kreisler y Leopold Godowski, quienes hicieron arreglos muy virtuosos de piezas conocidas a fines del siglo XIX y principios del XX”, dice Van Bellen. ‘Tomó un año arreglarlo, nos reuníamos de tres a cinco días a la vez para hacer una sección y probar lo que funcionaba. Queríamos asegurarnos de que sería principalmente violín con acompañamiento de piano. Hemos dividido los roles por instrumento. Tengo los altos protagónicos de Mimì (soprano, edición) y Rodolfo (tenor, edición), la otra la escuchas en el piano. Tenemos La Boheme Una veintena de reproducciones para el público, siempre con sobretítulos para que la historia pudiera ser seguida por quienes aún no conocen la pieza. Después de cada actuación ajustamos un poco nuestro arreglo.’
Ya han interpretado la ópera en la Elbphilharmonie de Hamburgo. Si quieres escuchar el arreglo en vivo, tienes que ir a Noruega o Islandia. “Los programadores holandeses todavía parecen un poco indecisos”, dice Van Bellen. ‘Esperamos que por esta grabación se animen a contratarnos’. Aunque el CD todavía juega un papel importante en la música clásica, a diferencia del pop, se decide sobre la base de las cifras de escucha en los servicios de transmisión si el álbum, lanzado por Backlash Music, pronto también se venderá en formato físico. “Así que esperamos que se haga clic mucho”.
De cualquier manera no lo hará La Boheme Quédate. ‘ En tiempo de corona tenemos toscana abordado y todavía estamos trabajando en Richard Strauss’ Salomé. Sin duda continuaremos con esta exploración.’