El grupo energético francés EDF prometió reiniciar todos sus 32 reactores nucleares que actualmente están fuera de servicio por problemas de mantenimiento y corrosión, dijo el ministro de energía francés, mientras el gobierno aumenta la presión sobre la empresa de servicios públicos controlada por el estado para poner fin a una serie de apagones.
Más de la mitad de los 56 reactores de Francia han sido cerrados en los últimos meses. Los cierres han afectado el suministro de electricidad en toda Europa y han hecho subir los precios justo cuando el gas ruso escasea, al tiempo que convierten a Francia en un importador neto de energía durante el verano desde Gran Bretaña y otros vecinos a los que suele exportar.
La ministra de energía francesa, Agnès Pannier-Runacher, dijo el viernes que EDF tenía como objetivo poner fin a todos los cierres en los próximos meses.
“EDF se ha comprometido a reiniciar todos sus reactores para este invierno”, dijo Pannier-Runacher en una conferencia de prensa.
Algunos de los reinicios corresponden al final de los programas de reparación de verano, y el gobierno «seguiría de cerca con EDF» el progreso de los reactores afectados por los problemas de corrosión descubiertos en diciembre pasado, agregó Pannier-Runacher.
EDF se negó a comentar.
“Es una forma de presión sobre EDF para que mantenga sus compromisos entre ahora y febrero”, dijo Nicolas Goldberg, gerente sénior de la consultora energética Columbus Consulting, sobre el anuncio del ministro de energía.
Las presentaciones ante el operador de la red RTE muestran que los reactores volverán a estar en línea entre septiembre y febrero.
EDF, que es propiedad estatal en un 84 por ciento, volverá a estar completamente bajo el control del gobierno en las próximas semanas en una compra de accionistas minoritarios, en parte mientras Francia intenta reforzar sus defensas para hacer frente a la crisis energética de Europa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y sus ministros han intensificado las advertencias en la última quincena sobre los esfuerzos que se requerirán durante los meses de invierno, instando a los hogares y las empresas a trabajar en medidas de eficiencia energética ahora.
El gobierno ha gastado mucho para proteger a los consumidores y las empresas con un tope del 4 por ciento en el precio de la electricidad, entre otras medidas, y ha señalado que las prolongará de alguna forma el próximo año.
También elaboró listas de las industrias que se interrumpirían temporalmente si ocurriera una escasez, aunque los ministros han dicho que no anticipan tales medidas por ahora según los pronósticos de invierno actuales.
“Si se tratara de racionamiento, las empresas serían las primeras afectadas”, dijo la primera ministra Elisabeth Borne en una conferencia de negocios en París el lunes.
EDF había recortado sus pronósticos de producción a mínimos de tres décadas para 2022 en los últimos meses, y no los ha ajustado al alza, lo que deja algunas dudas sobre cuánto se aliviará el suministro a corto plazo, y si el cronograma de reinicio planificado es factible.
Goldberg dijo que, según las proyecciones de reinicio, Francia produciría unos 50 gigavatios de electricidad por día para diciembre, en comparación con los 20 a 30 gigavatios actuales. Eso lo pondría en línea con los niveles del invierno pasado. Francia probablemente seguiría siendo un importador neto para 2022 en su conjunto.