El bosnio decidió el partido ante el Napoli con su décimo gol de la temporada, séptimo en este campeonato. A sus 36 años, el ex de la Roma sigue dominando y sus actuaciones empujan a renovar contrato
Levanta la mano si te atreves a sacar del campo a este Edin Dzeko. Sólo hay una persona que puede hacerlo: él mismo. Y lo hace cuando, exhausto, levanta la mano, llamando la atención del banquillo. la cría se contrajo involuntariamente y avisó a las sinapsis inquebrantables que la energía se acababa: calambres, podía llegar el turno de Joaquín Correa. A sus 36 años, será uno más en un par de meses, el gigante de Sarajevo sigue dominando en la Serie A mientras intentan, pero fallan, jugar como delanteros centro con una decena de primaveras menos en su currículum. Centro del “más mejorado” del Inter, Federico Dimarco, y cornada del 9 que ignora las leyes del tiempo y la edad.
Único en su clase
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Y sería un tremendo error reducir las hazañas de Edin a la desmesurada potencia mostrada con motivo del gol, desde el contramovimiento que le envía mariposas a Amir Rrahmani hasta la potencia con la que golpea de cabeza a Alex Meret. Con él sobre el césped, el equipo se enciende, sus compañeros se aferran a él y en consecuencia el técnico empieza a evaluar quién queda fuera entre Romelu Lukaku y Lautaro Martínez, destinados al dueto sobre el césped desde el regreso del belga y ahora felizmente acompañados. por un astuto de 36 años que habla poco y trabaja mucho. Si el Toro ha regresado recientemente de Argentina y Gran Roma todavía va camino de su mejor forma, la espera la ocupa espléndidamente Dzeko. Para dar una idea de su grandeza: lleva 20 goles en la Serie A con el Inter desde que llegó, mientras que el resto de goles producidos en la liga por más de 35 jugadores en la historia del club son solo 19.
Las palabras
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La entrevista de Dzeko en el terreno de juego comienza con la bravuconería de quienes escuchan los cánticos de la afición resonando en sus oídos. Y comentar el zumbido de la multitud que se escuchó cuando se derrumbó en el suelo antes de la sustitución. “Encaja (risas, educar). El campo estaba pesado y estaba cansado, tenía calambres”. No teman, aficionados del Inter: “Estábamos en el campo por los tres puntos contra un equipo que ha jugado un fútbol excepcional hasta ahora. Regatean muy bien y hoy lo volvimos a ver, pero nos dijimos que no hay que perder la lucidez y que es fundamental ser compactos”. secreto? “Siempre trabajando, porque sin trabajo no se va a ninguna parte. Sé personalmente que tengo 36 años y soy consciente de que solo así puedo llegar a donde quiero. Físicamente no estamos todos en nuestro mejor momento todavía, fue el primer partido tras el parón”. Sin embargo, el contrato expira y se hablará de la prórroga cuando se cierre el mercado de fichajes de invierno: “¿Hasta cuándo me puedo quedar? Hasta que marque la diferencia…”.
4 de enero – 23.35 h
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