A partir de mañana comienza la segunda fase del retiro: Inzaghi ya busca respuestas de cara a los primeros partidos oficiales
Hay poco mal, por supuesto. Pero el Inter necesita calmarse. Para reequilibrar. A jugar un partido más rompiendo con la idea de la temporada pasada. Este es el reto al que se enfrentan Simone Inzaghi y su equipo en estos días de retiro. Naturalmente, no todo está en orden a finales de julio. Pero, por supuesto, ahora estamos entrando en la fase dos del trabajo de pretemporada. Porque a partir de mañana, en la reanudación tras las 48 horas de descanso concedidas por el técnico, el grupo finalmente estará completo. Y la cuenta atrás para el debut de Lecce propone al menos tres cuestiones clave a resolver, tres capítulos de novela que hay que escribir bien.
ATAQUE
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El primer nodo es el otro ataque, el que está detrás de Lukaku y Lautaro. Está en los pies y cabezas de dos de los cuatro jugadores que ayudaron a hacer del Inter el mejor departamento de ataque del torneo el año pasado. Dzeko y Correa hay que (re)cargarlos, de eso se trata. La carrera de Lens mostró la distancia abismal entre Lu-La y lo que hay detrás. Para Inzaghi esto no es una buena señal. O mejor dicho: no lo sería, si continuara por mucho tiempo, si acompañara la próxima temporada del Inter. Porque sería un poco como volver a caer en el mismo error de la temporada pasada, cuando las alternativas por distintos motivos casi nunca dieron descanso y minutos a los propietarios Dzeko y Lautaro, con el resultado de que ambos pagaron las consecuencias en primavera. Dzeko y Correa sirven al Inter y también sirven a Lukaku y Lautaro, que seguro que no podrán jugar todos los partidos. Y también sirven para ahuyentar el lamento de Dybala, que no aterrizó en los nerazzurri por overbooking y la imposibilidad de colocar uno entre el bosnio y el argentino.
BANDAS
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La imposibilidad de detener a Perisic, en cambio, obliga a Inzaghi a buscar nuevas formas de jugar por las bandas. Se espera que Gosens vuelva al grupo mañana, el sábado en Cesena contra el Lyon la prueba será muy importante para él. El alemán tiene la tarea más difícil de toda la plantilla, para no hacernos arrepentir al que fue el mejor jugador del Inter la temporada pasada en cuanto a rendimiento. Y debe hacerlo rápido: desde septiembre de 2021 no juega un partido como titular, ahora el calendario le pondrá también por delante un notable tour de force. Cerca del alemán, el otro extremo (derecha), Bellanova, también necesitará tiempo: hace un año, Dumfries tardó un par de meses en florecer, el objetivo de Inzaghi es acelerar el proceso de presentación del exjugador del Cagliari.
DEFENSA
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Y luego está el mercado. Skriniar es un nudo que condiciona la llegada de un defensa, que Inzaghi pedía con fuerza al margen del eslovaco. Sin él, supondría verse obligado a adaptarse al centro del Milán en los momentos de mal estado de De Vrij. La solución ya se probó la temporada pasada y es probable que también se repita en el próximo torneo. Pero todo debe estar bien engrasado, porque con Skriniar en el centro, el Inter pierde algo en la fase de armado. Una cuestión de equilibrio, de hecho. De los ajustes que se encuentran. Querer, incluso retocar, detalles. Pero los detalles valen la diferencia entre una victoria y una derrota, como bien sabe todo el Inter. Por eso Inzaghi quiere todo en su sitio.
25 de julio – 11:26 a. m.
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