Dzeko, dos goles con Bosnia y un mensaje al Inter: sigue queriendo ser líder

Las operaciones de mercado de los nerazzurri corren el riesgo de reducir el espacio para el bosnio, quien, sin embargo, con la remontada ante Finlandia ha llevado su botín total a 21 goles esta temporada

«El emblema en el corazón es importante», escribe Edin Dzeko en Instagram alrededor de la medianoche, poco después de la gran actuación con su selección. Su corazón no le falta, entre las muchas cualidades que todavía hay que reconocer a sus 36 años. Aquí, la edad puede verse como un límite en el futuro pero, tras una temporada de 21 goles entre el Inter y Bosnia-Herzegovina, la señal para los compañeros de departamento es clara: es pronto para un ocaso.

Reflejos

Anoche, en el Bilino Polje de Zenica, el delantero nerazzurri cerró su temporada con un doblete que le valió la remontada ante Finlandia: ventaja de Miralem Pjanic en un penalti, revés blanquiazul con Teemu Pukki y Benjamin Kallmann y finalmente espacio para ‘Edin -Presentación por los tres puntos en la Nations League, hasta el 3-2 final. Al 29′ el empate momentáneo y al 58’ el gol decisivo, espléndido: balón entre los pies bien fuera del área por la izquierda, eslalon efectivo a la vuelta y derecha al córner bajo centro letal del portero Lukas Hradecky.

En forma

Una actuación similar recuerda a todos que podemos hablar del mejor Lautaro Martínez de todos los tiempos, la llegada inminente de Paulo Dybala y el esperado regreso de Romelu Lukaku, pero el buen Dzeko no debe dejarse de lado a la ligera. Por otro lado, en el momento de su llegada al Inter no se esperaba como titular indiscutible y en cambio aguantó el peso del ataque de Simone Inzaghi durante largos ratos, marcó 17 goles para los nerazzurri y sufrió un declive físico solo en el el mes pasado. . En definitiva, un camino que a sus 36 años no suele verse para un jugador en activo. Evidentemente ante la llegada de Dybala y Lukaku, para él y Joaquín Correa los minutos correrían el riesgo de reducirse, pero un vistazo al espectáculo con la camiseta bosnia devuelve a la realidad de un Dzeko que aún tiene mucho que dar, que relegar al banquillo o ver en otro lado sería de alto riesgo el arrepentimiento. Edin tiene corazón, pero no solo. Y todavía brilla en el cielo, lejos de la puesta del sol.



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