Dzeko avisa al Napoli: uno de sus goles estira al Sassuolo en el último amistoso del año

El bosnio aprovecha una buena jugada de Bastoni en la segunda parte y cede el acierto de Reggio Emilia a Inzaghi. Pequeño problema físico de Mkhitaryan, sustituido por precaución a los 50 minutos de juego

De nuestro corresponsal Filippo Conticello

No será el Napoli el que se lo lleve todo, sino el Sassuolo de Dionisi que, aunque muy remodelado, sigue siendo un equipo resbaladizo: esta es una de las razones por las que la autoridad con la que los nerazzurri derribaron a los emilianos en este último partido ante el La segunda mitad difunde optimismo desde partes de Inzaghi. Con el regreso de Lautaro, que acaba de aterrizar en Milán, y con Brozovic ya cerca de su antiguo estado de forma, las soluciones volverán a aumentar, pero así y todo, el Inter entra en 2023 sin haber perdido lo más mínimo el camino hacia la portería. Y también espera confirmar esta nueva solidez defensiva en el futuro. Al final, solo entra un balón firmado por Dzeko, el delantero de este parón mundial, pero también llegan señales reconfortantes de su compañero por una tarde: Romelu Lukaku, que se quedó seco, empieza a echarle leña al motor de verdad y está una gran noticia de cara al desafío contra Spalletti.

PRIMERA MITAD

Desde el inicio, la formación de Inzaghi toma la forma de lo que será el 4 de enero con el trío de defensas titulares, Skriniar-Acerbi-Bastoni frente a Onana, y en el medio el trío de acomodadores que permitió que los nerazzurri resurgieran en la liga: director de Calha entre los asaltantes Barella y Mkhitaryan. Bellanova empieza desde el principio, aunque Dumfries ahora se queda atrás, mientras que en el otro lado Dimarco sigue siendo el líder de la izquierda. En la delantera, depende de Dzeko impulsar el crecimiento claramente evidente de Lukaku. En el otro frente, por precaución, Dionisi renunció a Berardi y Laurienté, y también a Consigli por un ataque de gripe, pero encontró a Ferrari comenzando en la defensa central y puliendo un trío de mediocampo de alta frecuencia formado por Frattesi, Henrique y Traorè. En ataque siempre está el ex Pinamonti para hacer de boya a Defrel y Ceide. Sin embargo, los nerazzurri marcaron el ritmo de inmediato, apareciendo listos, ágiles, con ideas claras para un reinicio. Lukaku, que ha crecido en condiciones, se acerca al gol tras una gran acción: una serie de triángulos desemboca en un centro de Skriniar, pero el turno belga queda fuera. Señal, no la única, de una presencia física de Big Rom en el partido, tanto de espaldas a la portería como en la búsqueda de profundidad. Además, continúa la ola larga de Mkhitaryan, acelerando el juego de Simone: primero entra al área por la izquierda y extiende demasiado su asistencia por el centro para Lukaku, luego se va solo pero su gol del 1-0 es anulado por un ligero fuera de juego

segunda mitad

En la segunda parte, el amistoso pierde a uno de los jugadores con más balón porque Micki el armenio se ve obligado a salir por precaución: por un ligero dolor de espalda al 4′, mejor no arriesgarse ya que la superdesafío por el Scudetto está viniendo. Fue Barella quien encendió el partido, en plena forma, tanto en recuperaciones acrobáticas atrás como en la creación de ataque, también porque el Inter siguió ocupando el espacio y moviendo el balón con casi todos los jugadores en el campo. No es casualidad que el gol del 1-0 venga de una de las tantas incursiones con la zurda de Bastoni, que demuestra un gran regate, antes de servir a Dzeko, zurda fría sobre Pegolo. Tanto a Mapei como a Sassuolo les debe de gustar mucho el bosnio, que ya había cambiado el partido de campeonato disputado y mucho más complejo para los nerazzurri. En líneas generales, desde el inicio de la retirada, Edin ha mostrado su habitual solvencia y, también por ello, descontadas las condiciones de Lautaro, su presencia anti-Nápoles puede ser una carta desorientadora. También porque el acuerdo con Lukaku promete bien y si el belga no contesta el gol de Reggio Calabria también en Reggio Emilia es solo por un poco de mala suerte: tras un milagro de Pegolo sobre Gagliardini, su remate con tiro seguro lo detiene el la línea de Tressoldi. Otra buena noticia para Inzaghi es el regreso al campo de Dumfries, que entró en la vorágine de cambios a mitad de la segunda mitad: el holandés no ha perdido su reputación internacional y eso también es buena señal. Él Tucu Correa, en cambio, entró por Dzeko, remató el partido aprovechando los amplios espacios en campo abierto: no marcó, pero también sacará.



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