Un gol del argentino en el minuto 20 dio los tres puntos al equipo del ex Juric. Los Granata sufren poco, pero son demasiado pasivos.
Al final del túnel de la crisis, Roma vuelve a ver una luz. Después de la derrota en casa ante el Inter y la dura derrota por 5-1 ante Florencia el pasado domingo, los Giallorossi volvieron a encontrar la alegría de los tres puntos, derrotando al Torino con un gol de Dybala en la primera parte. Con orgullo, los locales también reforzaron la posición del técnico Ivan Juric, en peligro de ser despedido antes del partido, subiendo al puesto 13 de la clasificación, un punto por detrás de los Granata.
QUE RITMO
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Contra su ex equipo, Juric tiene que renunciar a un Dovbyk febril y deja a Pellegrini (dolor en el tobillo) y a Cristante en el banquillo: Dybala en el centro del ataque, apoyado en el centro del campo por Baldanzi y Pisilli. Vanoli, sin embargo, habiendo recuperado a Sosa, confía en la creatividad de Ricci para barajar las cartas de los Giallorossi y en la dupla atacante Sanabria-Adams, inmediatamente “tomada” por Ndicka y Mancini. La iniciativa inicial es de los locales, que giran en torno a La Joya presente en todas las zonas del frente de ataque. El argentino cae en el área en el minuto 16 por contacto con Maripán en el área, pero no hay nada para Fabbri y el partido continúa. Es el preludio del gol de la Roma marcado por un inspirado Dybala en el minuto 20: en un pase hacia atrás de Linetty hacia Milinkovic-Savic, el número 21 de los Giallorossi se anticipa al portero, lo rodea y desde un ángulo cerrado marca el gol que desbloquea el juego. El intento de recuperación de Masina fue inútil ya que alcanzó el balón pero no pudo sacarlo de la portería mientras corría. Para el centrocampista ofensivo sudamericano es el primer gol en juego abierto de la temporada tras el penal convertido ante el Udinese. La reacción del Toro se deja sentir con un juego más continuo en los dieciséis metros y en el minuto 35, en el cuerpo a cuerpo, Maripán remata de cabeza desde cerca, potenciando los reflejos de Svilar que se muestra confiado en la atrapada. Dos minutos más tarde también lo intenta Vojvoda, rematado por Ricci, pero el disparo cruzado por la derecha acaba en el fondo, a pocos centímetros del palo, a la derecha del portero de la Roma.
LOS CAMBIOS
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En la segunda parte, Vanoli sustituye a Gineitis e introduce a Njie, mientras Juric confirma el once inicial pidiendo a su equipo que mantenga el ritmo alto. En el minuto 6, al final de una acción prolongada de la Roma, Dybala deja fluir el balón y llega a Pisilli, que entra al área y golpea el poste con el pie derecho, pero Fabbri detiene el juego por fuera de juego de Angelino. Pasan los minutos y el técnico del Toro decide jugar las cartas con Vlasic y Pedersen, que entraron en el minuto 14 en lugar de Sanabria y Maripán: en el lado contrario, 2′ sale Pisilli y entra Pellegrini (nuevamente pitado por la Curva). Los visitantes se vuelven peligrosos con la incorporación de Njie, que hace bien en quitarle tiempo a Mancini y lanza un disparo con la derecha que pone a prueba al habitual Svilar. En cierto momento, los ánimos se caldean y el árbitro expulsa al entrenador del Toro, Andreini, por protestar, mientras las tarjetas amarillas comienzan a llover en el terreno de juego. Mientras tanto, las sustituciones continúan entre los minutos 33 y 35: Juric hace respirar a Dybala, Baldanzi y Zalewski y trae a Shomurodov, Cristante y El Shaarawy, Vanoli también confía en Karamoh (en lugar de Linetty) para acentuar el índice de peligro. de su equipo y unos minutos más tarde también lanza a Tameze al campo para Vojvoda. La Roma resistió los últimos ataques de los visitantes y se llevó a casa una importante victoria que, sin embargo, no evitó los abucheos en el Olímpico.
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