Dybala es decisivo para la Roma: Mou piensa en una subida blanda

Aunque hace casi tres meses que no juega como titular, Joya quiere estar allí contra el Bologna. El Especial se encargará de llevarlo a lo más alto

Si preguntas quiénes fueron los Beatles, te responderán Lennon, McCartney, Harrison y Starr. Si realmente eres muy curioso y quieres saber quién fue el más importante, alguien te dirá John, otros Paul, un pequeño nicho jurará por George, pero casi nadie se sacrificará por Ringo. Para los «Fab Four» de Roma, sin embargo, la historia es diferente. Lorenzo Pellegrini es el capitán y el líder reconocido, Tammy Abraham es la sorpresa a encontrar de nuevo, Nicolò Zaniolo es la joya a pulir, pero será difícil encontrar a alguien que no entregue la palma del jugador más incisivo – si no el campeón – a Paulo Dybala. Precisamente por eso, la gestión de Joya en el primer partido de la renovada temporada, que es el próximo miércoles en el Olímpico ante el Bologna, podría ser sumamente delicada.

El deseo

La historia es clara. Desde su lesión ante el Lecce el 9 de octubre, el delantero argentino ha disputado apenas 51 minutos, repartidos en tres partidos: uno ante el Turín (13 de noviembre) y dos en el Mundial en los minutos finales de los partidos ante Croacia y Francia. En la primera y tercera aparición, sin embargo, su aportación fue decisiva tanto en el inolvidable empate ante los granata como en la victoria por penaltis en la final mundialista más bonita de la historia, la de los transalpinos. Moraleja: cómo prescindir de un Dybala desde el primer minuto que manda volando a la Roma a una media de 2,22 puntos por partido (contra 1,16 sin él), que en solitario marca el 27,8% de los goles del equipo y que además recorta algunas jornadas fuera después del partido de Qatar para volver a Trigoria antes?

Los riesgos

Sin embargo, a pesar de que José Mourinho fue el «motor» del pronto regreso de Dybala, las perplejidades del Especial son comprensibles. Un dato para todos: desde la temporada 2015-16, la de su fichaje por la Juventus, el delantero se ha perdido 68 partidos por lesión, 59 de los cuales en blanco y negro y el resto en amarilla y roja. Lógico, por tanto, que el técnico portugués pretenda gestionar de la mejor manera posible a su campeón, también porque alguien como el argentino siempre es capaz de marcar la diferencia, a pesar de un parón «histórico» por lesiones que desde luego no es baladí.

La condición

Lo que se susurra en el vientre de Trigoria es que la forma de Dybala va ascendiendo día a día. La sensación es que, si no fuera por estos casi tres meses de parón desde la última vez que Paulo estuvo de titular, ni siquiera se plantearía la duda de si puede o no jugar en el Bologna. Ahora, sin embargo, es diferente. En primer lugar porque ya el domingo pasado está el gran partido contra el Milan en San Siro, uno que Joya no se quiere perder en absoluto. Pero la verdadera pregunta es otra: ¿puede la Roma, séptima en la clasificación, que ya escala frenéticamente hacia la zona de Champions, darse el lujo de ceder su campeón en el arranque, corriendo el riesgo de complicar el partido? Al fin y al cabo, la prueba de fuego de esta situación parece haberse vivido ya ante el Turín: sin Dybala, un equipo apático y sin imaginación, un subidón de adrenalina desde su entrada que al menos le valió un empate, incluso inesperado hasta cierto punto.

Los «cuatro fabulosos»

Si quisiéramos apostar un euro, apostaríamos por Joya como titular ante el Bologna, pero para la Roma esto no solo significaría encontrar al delantero más prolífico del equipo, sino también potencialmente desempolvar el rock and roll de sus «cuatro fabulosos». Hasta el momento, el argentino, Pellegrini, Abraham y Zaniolo solo han jugado juntos 113 minutos: 68 contra Salernitana y 45 contra Cremonese. Una miseria en comparación con los sueños de verano. Por cierto, la Roma ganó esos dos partidos. Si este puede ser el mejor viático posible para el futuro, nadie mejor que Mourinho para poder entenderlo. Y la respuesta, después de todo, no parece tan difícil de descubrir.



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