Durante diez años: un músico en el infierno al acecho


Por Anne Losensky

Un músico callejero berlinés es acosado desde hace diez años por una fan: cuando él aparece, ella ya no puede tocar por miedo. La cuestión en el tribunal es si el académico con el que está obsesionada está ahora preparado para la institución y puede ser encerrado tras las rejas.

Él está sentado en el banquillo de los acusados: Lucas F. (46), un hombre de dos metros de Weißensee. ¿Profesión? “Estudió diseñadora de comunicación”. ¿Estado civil? “Doblemente conectado metafísicamente”, dice crípticamente.

ELLA se sienta en la silla de los testigos: Alice P. (30), rubia y delicada. El sudafricano vive en Berlín desde hace más de diez años. Comenzó como músico callejero en Warschauer Brücke (Friedrichshain). Recientemente lanzó su quinto álbum: “Shelter”, que significa “refugio”.

Alice actuando en Milán. La músico lanzó recientemente su quinto álbum. Foto: alianza de imágenes / Pacific Press

Pocas personas saben que ella misma necesita refugio constantemente: ¡porque el acosador la persigue y la bombardea con mensajes de amor!

ÉL dice: “Nuestro ADN está unido, eso es la providencia, ¡estamos destinados el uno para el otro! ¡Sólo porque sigo a mi corazón, corro el riesgo de que me encierren! ¡No estoy enfermo, el sistema está enfermo!

Lucas F. está acusado de acosar al ex músico callejero.  Incluso los rastreó hasta Sudáfrica.

Lucas F. está acusado de acosar al ex músico callejero. Incluso los rastreó hasta Sudáfrica. Foto de : Olaf Wagner

ELLA dice: “Él cree que mis letras tratan sobre él. Una vez me agarró por detrás del cuello mientras jugaba. Me pregunta si puede mudarse conmigo. ¡En 2015 me siguió a Sudáfrica y quiso vivir conmigo! Amenazó con degollarnos a mí y a mi amigo. Ya no puedo jugar cuando él está cerca. Tiene pesadillas, ataques de ansiedad. En el concierto de Friburgo llegó la policía y se lo llevó esposado. Tan pronto como lo liberaron, regresó y siguió adelante”.

ÉL la devora con los ojos y todo tiembla.

ELLA dice entre lágrimas: “Los amigos están mirando por todas partes para ver si él está allí. La seguridad tiene fotos de él. En Treptower Park tuve que esconderme detrás de un árbol. La seguridad lo detuvo en el Teatro Columbia. Pero este hombre se está volviendo cada vez más agresivo y sexual”.

Ya en 2018 fracasó un intento de que el tribunal prohibiera cualquier contacto con él: todavía no había sucedido suficiente, se dijo en ese momento…

El proceso continúa.



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