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“Solo necesitamos nuestra victoria. En qué altar puso mi hija su vida de niña. ¡Así que por favor conquista!” Dugin llamó a su hija una «niña ortodoxa maravillosa» y una «patriota».
Daria Dugina fue asesinada en la noche del sábado al domingo cuando su automóvil fue detonado de forma remota cerca de Moscú. Según el servicio de inteligencia ruso FSB, detrás del ataque está la ucraniana Natalia Vovk, que mientras tanto había huido a Estonia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó la muerte de Dugina el lunes como un «crimen básico y cruel». En un mensaje de condolencias publicado por el Kremlin y dirigido a los familiares de la mujer, Putin la describió como una «persona brillante y talentosa con un genuino corazón ruso, buena, cariñosa, servicial y abierta».
Según la agencia estatal de noticias TASS, el presidente firmó un decreto para otorgar póstumamente a Dugina la Orden de la Amistad «por el valor y la dedicación en el desempeño de sus deberes profesionales», dijo.
Dugina trabajaba para los medios estatales rusos y era considerada una ferviente partidaria de la invasión rusa de Ucrania. “Periodista, estudiosa, filósofa, corresponsal de guerra, sirvió honestamente al pueblo, a la patria y mostró a través de sus acciones lo que significa ser un patriota de Rusia”, escribió el presidente ruso en el mensaje de Telegram. El padre Dugin es, además de ser el ideólogo interno del presidente Putin, un filósofo político y ultranacionalista.