“Si te opones a la construcción de un verdadero mercado único, a la integración del mercado de capitales y a la emisión de deuda común, te opones a nuestros objetivos de la UE”. Así lo afirmó el ex primer ministro Mario Draghi al presentar su informe sobre la competitividad de la UE ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. La deuda común, subrayó, “no es para gasto público general ni para subvenciones”, sino “para alcanzar los objetivos fundamentales” para nuestra futura competitividad, “en los que ya nos hemos puesto de acuerdo todos”.
Draghi reiteró la necesidad de relanzar la economía, la competitividad y el papel de la Unión a través de una fase de integración (pragmática). “La parálisis ya no es sostenible, la integración es la única esperanza que nos queda”. Indicó a los eurodiputados que la preocupación por el endeudamiento común es normal, pero hay que recordar que las inversiones necesarias para evitar el declive del continente respecto a Estados Unidos y China requieren tanto una mayor integración de los mercados financieros europeos como una intervención pública a nivel de la UE.
En esencia, el mensaje de Draghi es que si no se aborda la cuestión del endeudamiento común entonces no se respetarán los objetivos políticos que ya forman parte de las políticas acordadas a nivel europeo, es una forma de no alcanzarlos. Normalmente se estima que el 80% de las inversiones en Europa provienen de particulares y el resto del sector público: esta proporción no se sostiene frente a los desafíos que debe afrontar la UE.
“Para que Europa siga siendo libre, debemos ser más independientes. Necesitamos tener cadenas de suministro más seguras para materias primas y tecnologías críticas. Debemos aumentar la capacidad de producción europea en sectores estratégicos y ampliar nuestra capacidad industrial para la defensa y el espacio”, afirmó el ex primer ministro Mario Draghi. “La paz es el primer y principal objetivo de Europa dentro de sus propias fronteras y en el exterior y debemos continuar en este esfuerzo constante. Sin embargo, las amenazas a la seguridad están aumentando y debemos prepararnos”, subrayó.
“Todos estamos ansiosos por el futuro de Europa. Mi preocupación no es que de repente nos encontremos pobres y subordinados a los demás, todavía tenemos muchas fortalezas en Europa, sino que con el tiempo inexorablemente nos convertiremos en un lugar menos próspero, menos justo, menos seguro y que, como resultado , seremos menos libres para elegir nuestro destino”, dijo Draghi en Estrasburgo.