Dos reclusos, hermanos, se han fugado de la prisión de Beccaria, en Milán. Así lo anunció el secretario lombardo del sindicato Sappe, Alfonso Greco, explicando que “estaban en el grupo de avanzada y son los mismos que promovieron las últimas revueltas y nunca fueron trasladados a pesar de su comportamiento anterior”. “Uno de los hermanos – añadió – intenta escapar por tercera vez”. “Desde hace meses, Sappe pide tomar una posición a nivel ministerial para proteger a los presos que trabajan en primera línea, es decir, las mujeres y los hombres de la policía penitenciaria”.
«Uno de los dos – subrayó Gennarino De Fazio, secretario general de la Policía Penitenciaria de Uilpa – ya se había fugado en junio pasado y fue localizado a los pocos días. Evidentemente no hay paz en las cárceles del país, ya sea en el circuito de menores, donde los reclusos permanecen hasta los 25 años, o en el de adultos. Y lo que sucede, evidentemente, no es fruto del azar, sino que tiene responsabilidades precisas que se encuentran en el descuido político y administrativo que se está produciendo desde hace demasiados años”.
«Los dos fugitivos ya son buscados por la Policía Penitenciaria y otras fuerzas del orden y es muy probable que, dentro de unas horas o como máximo unos días, sean recapturados o incluso entregados – prosiguió -. Pero esto no borrará las fallas del sistema que, por ejemplo, mantiene vivos a jóvenes de 18 años en adultos y a jóvenes de 25 años en menores de 14 años. Una paradoja incomprensible.”
«Desde hace mucho, demasiado tiempo – según el secretario general de Sappe Donato Capece – llegan señales preocupantes del universo penitenciario juvenil: Palermo, Catania, Acireale, Beccaria, Turín, Treviso, Bolonia, Casal del Marmo en Roma, Nisida, Bolonia, Airola… hemos registrado y seguimos registrando, con frecuencia y cadencia preocupantes, la recurrencia de acontecimientos críticos graves en las instituciones penitenciarias para menores en Italia”. Y en esta situación, con 15.000 presos más que las plazas disponibles y 18.000 policías penitenciarios menos de lo que sería necesario, “los anuncios y las proclamas ya no son suficientes, necesitamos – concluyó De Fazio – intervenciones incisivas e inmediatas o la catástrofe terminará”. siempre será más pesado.”