Las víctimas cayeron sobre el terreno alpino y de pradera, que estaba parcialmente bloqueado con piedras y apenas cubierto de nieve. A pesar de los intentos de reanimación, murieron en el acto.
Según testigos, los dos jóvenes descendieron la pendiente roja a gran velocidad. Un portavoz policial ha vuelto a advertir de las posibles consecuencias de velocidades tan elevadas. “Hay muy poca nieve al lado de la pendiente”, suena.