Doble Fernandes, Ronaldo sonríe: Portugal se clasificó y Uruguay… en apuros

CR7 solo toca centro de Bruno que da ventaja a los lusitanos, el doblete viene de penalti en la final. Celeste sigue en la carrera, pero tendrá que vencer a Ghana y esperar que Corea del Sur no haga la hazaña en el otro partido.

Bruno más Bruno es igual a calificación. Está el fichaje de Fernandes, por partida doble, en el Portugal-Uruguay: el triunfo 2-0 de Lusail mantiene a la selección de Fernando Santos con el pleno de puntos y le garantiza los octavos de final (aunque todavía no el primer puesto) a falta de un partido. Celeste enfadada y magullada, pero de alguna manera sigue viva: tendrá que vencer a Ghana en el último partido y esperar que Corea del Sur no gane a los portugueses. En caso de una hazaña de los asiáticos, Uruguay necesitará una victoria mayor.

Bentancur, una cuasi-obra maestra

La primera mitad es un canto a la prudencia: los portugueses están tentados por la perspectiva de descartar inmediatamente la clasificación, pero con la pesadilla de encontrarse terceros en caso de derrota; Sudamericanos que son todo menos agresivos, aunque destinados a jugar la segunda ronda en el último partido, independientemente del resultado de esta noche. Ronaldo tiene ideas diferentes, no quiere hacer cálculos. Se maldijo como nunca, ansioso por «responder» al gol de Messi y a las muchas críticas recibidas en los últimos meses. Busca un entendimiento con Bernardo Silva, Bruno Fernandes y Joao Félix, pero sin demasiada suerte: lo mejor de CR7, hasta el descanso, es una asistencia desde el hombro por volea de William Carvalho. Atrincherada en su propia mitad en la primera media hora, Celeste luchó para activar a Cavani y Darwin Núñez. Pero la mejor oportunidad en la primera mitad del partido viene de Uruguay, con una joya en solitario de Bentancur: el centrocampista del Tottenham rompe la defensa y llega al borde del área, bebe a Dias en el regate y solo falla en el remate, pateando al Diogo Costa a la salida.

Bruno más CR7

Entramos en el intervalo 0-0 -situación casi inevitable en este Mundial- y con la certeza de que lo mejor está por llegar. Sin embargo, se necesita un destello para que una carrera cerrada despegue. Llega en el minuto 54, gracias a una combinación que en pocos días hubiera sido enteramente del Manchester Utd: un centro a control remoto de Bruno Fernandes, un quiebre ganador de Ronaldo, 1-0. ¿Tocar el balón, Cristiano? ¿O solo pastar? El gol inicialmente se le asigna a él, luego la FIFA se lo da a Bruno. El fondo no cambia mucho: Portugal está por delante. Diego Alonso rediseña la Celeste con las entradas de De Arrascaeta y Pellistri, pero sobre todo con un nuevo ataque, formado por Suárez y Maxi Gómez.

show de fernandes

La jugada casi vale la pena de inmediato: solo el poste salva Diogo Costa en un disparo con la derecha de Gómez. Y el Pistolero también, un momento después, tiene el balón bueno pero lo patea por fuera de la red. La mayor ocasión, sin embargo, llegó a De Arrascaeta, lanzada al área por un pase en profundidad de Valverde: el intento de «empujón» no estuvo a la altura. Una situación así, con Uruguay en el tablero, es ideal para Leao, y Fernando Santos lo manda al campo con sus buenos veinte minutos aún en el reloj. Rafa lo intenta sin encontrar el gol, pero nada, es la tarde de Fernandes: un penalti impugnado pitado en el minuto 90 (‘Manos’ dudosas de Giménez) le da el 2-0 al minuto. Casi se convierte en un trío: en el minuto 99 Bruno también remata al poste con la derecha. Y se enoja, a pesar de todo, con la mentalidad que distingue a los campeones de los jugadores normales, mientras cae el telón del partido.



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