El barco, en ruta desde Hong Kong, es propiedad de Alexei Mordashov, un aliado de Vladimir Putin, quien está sancionado por la UE y EE. UU. Sin embargo, el gobierno sudafricano dice que no está sujeto a las sanciones.
El alcalde de Ciudad del Cabo, Geordin Hill-Lewis, miembro del partido opositor Alianza Democrática, dice que tiene el “deber moral” de oponerse a la “guerra injusta” de Rusia y prometió no permitir que el yate de 141 metros acceda al puerto.
No está claro cómo los funcionarios de Ciudad del Cabo pretenden impedir que el barco, el Nord, atraque.
Un portavoz del presidente Cyril Ramaphosa dijo que Sudáfrica no tiene la obligación legal de cumplir con las sanciones impuestas por Estados Unidos y la UE. “Las obligaciones de Sudáfrica con respecto a las sanciones se relacionan solo con aquellas sanciones adoptadas específicamente por las Naciones Unidas”, dijo el portavoz Vincent Magwenya.