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Un bombero de 24 años murió mientras combatía un incendio en el suburbio de Saint-Denis, en el norte de París, en la sexta noche de disturbios luego de que la policía matara a tiros a un adolescente la semana pasada.
Pero el número de arrestos cayó por segunda noche consecutiva el domingo en una señal de que la violencia que estalló en las calles de Francia en respuesta a la muerte de Nahel, de 17 años, podría estar disminuyendo.
A medida que disminuyó la escala de arrestos e incidentes violentos, el presidente Emmanuel Macron se reunió con los ministros el domingo para trazar una hoja de ruta política para salir de la crisis.
El Ministerio del Interior de Francia dijo el lunes que 157 personas habían sido arrestadas durante la noche, en comparación con las 773 del sábado por la noche y las 1.311 del viernes por la noche.
“Un chico de 17 años no puede recibir una bala en el pecho y morir, así que, naturalmente, eso genera mucha emoción y, con esta emoción, ira. Pero saquear una tienda no tiene nada que ver con esta emoción”, dijo el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, a France Inter, y agregó que algunos estaban usando el asesinato como un “pretexto” para un comportamiento violento.
Se está llevando a cabo una investigación policial sobre las circunstancias de la muerte del bombero que murió asistiendo a un incendio en un garaje. “Mis sinceras y tristes condolencias a la familia, amigos y colegas”, escribió Gérald Darmanin, ministro del Interior, en Twitter.
Tres policías resultaron heridos el domingo por la noche, en comparación con los casi 50 de la noche anterior. La policía ha mantenido una fuerte presencia en todo el país, con 45.000 oficiales activos durante las últimas tres noches.
Un total de 3.354 personas han sido detenidas desde que un policía le disparó a Nahel, una adolescente de ascendencia norteafricana del suburbio parisino de Nanterre durante una parada de tráfico el pasado martes. Protestas, disturbios y vandalismo han sacudido a Francia desde el incidente, que fue capturado en un video que rápidamente se volvió viral.
Un ataque a la casa de un alcalde en L’Haÿ-les-Roses el sábado por la noche fue condenado por políticos de toda Francia. Los edificios municipales, los ayuntamientos, las escuelas y otras instalaciones públicas han sido blanco de los alborotadores como supuestos símbolos del Estado.
“Todos estamos muy afectados”, dijo el alcalde de L’Haÿ-les-Roses, Vincent Jeanbrun, sobre su familia en BFM TV. “A los jóvenes hay que decirles: ‘Hay un orden republicano, leyes y autoridad’. . . . Estas no son malas palabras. Debido a que estas cosas existen, entonces podemos tener libertad e igualdad”.
Macron se reunirá con los líderes del Senado y la Asamblea Nacional el lunes y con más de 220 alcaldes de toda Francia el martes, dijo una persona presente en la reunión de crisis del gobierno el domingo.