La empresa textil canadiense Gildan Activewear Inc. no se calma. Un cuarto de año después de la controvertida separación del entonces director general Glenn Chamandy, la casa de inversión Browning West LP, que posee alrededor del cinco por ciento de las acciones del grupo, anunció el lunes una demanda ante el Tribunal Superior de Quebec.
El objetivo es “proteger los derechos de los accionistas en la junta general anual del 28 de mayo”, afirmó la financiera. Entre otras cosas, ahora pide el nombramiento de un “presidente independiente” para la próxima reunión.
En una declaración, Browning West acusó a la actual junta directiva de Gildan de, entre otras cosas, “decisiones que destruyen valores” y “medidas opresivas” contra los críticos y pidió que los actuales responsables de las decisiones sean eliminados.
Browning West, junto con otros inversores activistas, mantiene desde hace meses un intercambio público de golpes con la dirección de la empresa. El detonante fue la abrupta separación de Chamandy, que era uno de los fundadores de la empresa y había liderado el grupo durante veinte años.
Desde entonces, la junta directiva ha acusado repetidamente al ex director general de mala gestión estratégica y numerosas faltas de conducta y nombró a un sucesor en la dirección del grupo, Vince Tyra. Sin embargo, los grupos de accionistas opuestos siguen abogando con vehemencia por el regreso de Chamandy.