Entre Jannik y Matteo existe sobre todo una gran amistad. Así se encendió la chispa entre los dos gigantes de nuestro tenis
Abrazos, sonrisas, palabras de estima y cariño. Sinner anima a Berrettini, Matteo agradece y celebra a Jannik. Dos mundos aparentemente opuestos: uno de montaña y otro del calor de Roma, los introvertidos y los que no desdeñan charlar, la nieve a un lado y los pinos al otro, el pelo rojo sobre una barba oscura. Zanahoria y martillo. “Somos diferentes pero también parecidos”, aseguró Berrettini durante el encuentro con Sergio Mattarella. Lo que Jannik y Matteo tienen en común es un sueño llamado tenis, que los dos blues persiguen cada uno con sus propias armas. Sinner -y con él todo un país- espera a Berrettini: ¿qué bonito sería tenerlos a ambos en la cima? Un hilo conductor une a los dos jugadores que nos han hecho soñar en los últimos años, reescribiendo las páginas del tenis italiano.