Deudas de jóvenes compradas para obtener un retorno social


El municipio de Helmond tiene previsto comprar deudas de los jóvenes. Así lo anunció el municipio este martes durante la presentación de una nueva política de juventud. El Ministerio de Justicia ha concedido a Helmond 3,5 millones de euros para evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia.

El municipio cita un estudio de RTL Nieuws, según el cual el distrito de Helmond-West tiene el mayor riesgo de que los jóvenes caigan en delitos relacionados con las drogas. Esto afecta a 1 de cada 8 jóvenes. El municipio también vio que Helmond ocupa el octavo lugar entre los municipios más vulnerables a la socavación. Un factor más importante es el número de jóvenes en riesgo.

“Esperamos que así sigan en la escuela”.

El municipio ahora quiere centrarse en los jóvenes de tres barrios de Helmond: Helmond-West, Helmond-Oost y el centro de la ciudad. Y especialmente sobre los jóvenes que corren riesgo de acabar en la delincuencia o que ya están implicados en ella. Abordar la deuda es un pilar importante. Porque la deuda y la morosidad juvenil están relacionadas. “Se ve que la tentación es muy grande allí”, dice la alcaldesa de Helmond, Elly Blanksma.

Por ello, el municipio tiene previsto saldar las deudas de los jóvenes en dificultades concediéndoles un préstamo de reestructuración. El joven no deberá devolver el importe en dinero, sino con una aportación social. “Esperamos mantenerlos en la escuela de esta manera. Así no tienen que ir a trabajar para pagarlo. Hay paz y espacio para trabajar desde una nueva perspectiva”, afirma Blanksma. El joven es supervisado en esto durante dos años.

Y el municipio está haciendo más por los jóvenes. Por ejemplo, Helmond quiere desplegar más entrenadores juveniles para ser más visibles para los jóvenes. El municipio también quiere ayudar más rápidamente en caso de ausentismo escolar. “El ausentismo escolar es a menudo una señal de problemas subyacentes”, afirma la concejala Cathalijne Dortmans.

“No queremos ver a estos jóvenes perdidos”.

No es de extrañar que el municipio esté intentando hacer algo al respecto. Las cifras son impactantes en los tres barrios de Helmond. Por ejemplo, entre el 33 y el 36 por ciento de los jóvenes no tienen ningún título. De los niños de hasta doce años, entre el 37 y el 39 por ciento corren el riesgo de sufrir desventajas educativas.

El ‘comportamiento de la calle’ también penetra en las escuelas y los profesores no tienen la oportunidad de abordarlo adecuadamente además de enseñar. Los jóvenes a menudo tienen la idea de que un buen trabajo no es para ellos, escribe el municipio en un informe sobre la nueva política juvenil.

“No queremos ver a estos jóvenes como perdidos, sino ayudarlos con una nueva perspectiva en la que se pueda tomar el camino correcto”, afirma Blanksma. Los padres también pueden contar con ayuda. En algunos barrios más de una cuarta parte de la gente vive en la pobreza. Según las personas que trabajan en estos barrios, la situación es preocupante. Por ejemplo, los problemas suelen pasar de padres a hijos. Por lo tanto, no basta con prestar atención a la juventud.



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