Detenciones de ultras, “fallos en el sistema y pocos controles” en los clubes: lo que arriesgan el Inter y el Milán


Empresas dispuestas a colaborar: carrera contra el tiempo para evitar la administración judicial

No hay sospechosos entre los miembros de los dos clubes, “el perjudicado del asunto”, explican los magistrados. Sin embargo, la fiscalía de Milán inició lo que técnicamente es un “procedimiento preventivo” contra el Inter y el Milán, después del bombardeo que arrasó con las cimas de las dos curvas, debido a actividades ilícitas e infiltración criminal. Los dos clubes, al menos en teoría, también corren el riesgo de acabar en la administración judicial, si no demuestran que no tienen ningún vínculo que constituya una forma de intimidación o subyugación hacia los extremos del apoyo organizado. Es precisamente esta, la hipótesis de acabar en una especie de “administración controlada”, la perspectiva más drástica del escenario que podría surgir para las dos empresas milanesas.

las medidas

Un riesgo que hay que evitar absolutamente, como es evidente. No es casualidad que Inter y Milán se pusieran inmediatamente a disposición de los investigadores para colaborar con cualquier documentación e información solicitada. Pero el panorama que surge de la investigación es preocupante, porque se han puesto de manifiesto “algunas deficiencias organizativas” del Inter en la “gestión de las relaciones con los aficionados”, escriben los fiscales. Y faltaron controles de acceso al estadio, considerados “ineficaces”, con demasiados aficionados entrando sin entradas, con intimidación a los azafatos, en varios partidos. Además, se entregaron cupones a personas vinculadas a la delincuencia, que luego obtuvieron beneficios revendiéndolos a precios más elevados para la final de la Liga de Campeones de 2023. Todo esto podría tener repercusiones mañana.



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