Veinte detectives trabajan casi las 24 horas del día para encontrar el rastro de Émile, que desapareció el 8 de julio en la aldea francesa de Haut-Vernet. Ahora sus preguntas son más insistentes y la compasión ha dado paso a una determinación extrema. Por ejemplo, una pareja fue interrogada durante horas, informa el canal francés ‘BFMTV’.
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