El centrocampista milanés deleita, pero se pierde en la discontinuidad habitual: va 0-0 en su debut. bien ucrania
Bélgica y Holanda, en uno de los dos partidos inaugurales de la Eurocopa disputados en Tiflis, no pasan del 0-0 y ya se encuentran persiguiendo: efectivamente, los anfitriones de Georgia vencen por sorpresa a Portugal y se colocan al frente del grupo A. Pero la ausencia de goles en el estadio Meskhi no debe engañar: los pocos espectadores no se aburrieron, gracias a dos equipos con tacos de mucha calidad y no precisamente impermeables en defensa. Entre los ojos interesados, al menos de la televisión, los de la afición del AC Milan: Charles De Ketelaere, de vuelta en la Sub 21 para subir y volver a subir, mostró un par de destellos interesantes pero diluidos en la discontinuidad habitual. Algunas notas más interesantes terminaron en las notas sobre Lois Openda: el delantero belga del Lens (21 goles en la Ligue 1 y 13 en 16 partidos con la Under) impresionó con su velocidad en la progresión y su capacidad para enfrentar el gol. No encontró el gol pero estuvo cerca, en la mejor jugada del CDK (un espléndido bolsillo vertical desde el centro del campo) que le envió cara a cara con el excelente Verbruggen, bueno para decir que no. Evidencia de un acuerdo que mientras tanto servirá a Bélgica para llegar a la clasificación y luego -por qué no- puede abrir la imaginación en cuanto al mercado de fichajes.
Empezar naranjaHolanda, dirigida por Erwin van de Looi (padre del mediocampista del Brescia, Tom) comienza mucho más proactiva. Ya regatea desde atrás mucho tiempo -con los riesgos que ello conlleva- y luego ataca en masa, casi marcando en los primeros 10′: del trocar de derecha le llega el hueco a Taylor que se escapa de los centrales y centra sobre el cargo. Los holandeses no cejan nunca en el fraseo, ni siquiera de balón muerto: y es en el desarrollo articulado de un saque de esquina que, cerca del cuarto de hora, surge otra doble gran oportunidad con De Winter del Empoli (cedido por la Juve) bien en ahorrar dos veces en la línea, primero en Brobbey y luego en Summerville. La ola cede mediada la primera parte, cuando el ritmo se ralentiza y se nota lo caro (y un poco extremo) que es el sistema Orange: un 3-4-3 basado en continuas rotaciones en el centro del campo para quitar las referencias y luego colarse entre líneas, con predisposición a la recuperación inmediata del balón y -cuando falla- al uno contra uno con mucho campo a sus espaldas. A la media hora, el árbitro azerí Aghayev ya había repartido cuatro tarjetas amarillas (dos por cada lado, también está en la libreta la estrella holandesa Gravenberch, centrocampista del Bayern) que ayudan a frenar un poco la intensidad. El flujo ofensivo holandés comienza a inclinarse hacia la izquierda, donde el elfo de Summerville (4 goles en la Premier League con el Leeds) parte con un pie invertido y hace estragos, encontrando aún la silueta de De Winter -gran sentido de la posición- para blindar otro intento de tiro. En cualquier caso, el bajo centro de gravedad de Bélgica va bien con la rápida progresión de Openda: un desgarro central del atacante del Lens genera así su primera notificación en el partido, desembocando en el remate de Vertessen. A raíz de esto, entendemos cómo la búsqueda de profundidad puede hacer sufrir a los holandeses. Y así, poco antes del descanso, nacía la primera jugada reseñable de De Ketelaere: el jugador del AC Milan retrocede en el centro del campo y piensa en vertical con un espléndido medio lateral zurdo, mandando a puerta la habitual Openda (la atajada de Verbruggen fue decisiva).
Cambios para Bélgica Bélgica sale del vestuario con energías renovadas: por dentro el extremo Balikwisha -que gana inmediatamente una falta por el lado corto de la izquierda- y el lateral Siquet, que bate esa falta encontrando un sucio desvío en el lateral izquierdo. travesaño. El vals de las sustituciones lleva a Holanda a defenderse a menudo con cuatro y a rebajarse, cambiando así el juego: llegan oportunidades de ambos lados, a menudo fruto de contramedidas defensivas imperfectas. De Ketelaere destaca por su buen regate desde 20 metros, pero un rechace le quita el tiempo justo a su remate. Sin embargo, es Bélgica la que sube la marea, en comparación con la primera mitad: la estatuilla del hombre del partido se la lleva el portero holandés Verbrugghen (que juega en Bruselas, en el Anderlecht) con un par de paradas decisivas: de hecho, el doble. se exalta en Balikwisha, en un caso desencadenado por un tacón de terciopelo de Openda que también se disfraza de finisher. Bélgica protestó, en la final, por un toque de Van Hecke (central reserva del Brighton de De Zerbi), pero claramente tenía los brazos cruzados a la espalda. Un episodio que sirva de recordatorio: en esta Eurocopa no hay tecnología, ni Var ni Goal Line Technology. Tienes que acostumbrarte.
Resultados y clasificacionesBélgica-Holanda 0-0
Georgia-Portugal 2-0 (goles de Gagua y Sazonov)
Ucrania-Croacia 2-0 (goles de Kashchuk y Sikan)
En curso Rumanía-España.
Clasificación del Grupo A: Georgia 3 pts, Bélgica y Holanda 1, Portugal 0.
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