Marloes Kok, de 41 años, de Hoogkarspel, quiere crear junto con Rogier Boomsma (45) y Jeugdwerk Drechterland un nuevo lugar de encuentro para los jóvenes. Debería convertirse en un lugar donde los jóvenes puedan celebrar, pero también compartir su sufrimiento entre sí. Marloes sabe mejor que nadie lo importante que puede ser un lugar así.
Heridas profundas
El 10 de agosto de 2005 se produjo una catástrofe cuando su amigo de la infancia Stefan Bekkema, de 20 años, suicidio cometido inesperadamente. “Su pérdida fue un gran shock para todos nosotros”, dice ahora.
Pero la pérdida de Stefan no fue lo único que dejó profundas heridas. A la edad de catorce años, Marloes también perdió a un amigo a causa de un tumor cerebral, y en 2000 Tim, un amigo de la infancia del mismo grupo de amigos, murió en un accidente de scooter.
“En ese momento apenas había refugio. Hicimos una marcha silenciosa, pero luego se detuvo y la vida continuó”, dice. “Fue difícil para mí expresar el dolor y la incredulidad que sentía”. Encontró consuelo y apoyo en R17, un centro juvenil del pueblo. “La R17 fue nuestro refugio, nuestro segundo hogar”, explica.