Después de tres años, termina el relevo de libros callejeros infantiles en Drenthe

No todas las casas tienen un armario lleno de libros para niños. Puede ser que a los propios padres no les guste leer o simplemente porque no hay dinero para comprar un libro. Con el fin de que los niños de estas familias aprendieran a leer, se ideó hace tres años el proyecto ‘Libros infantiles errantes’. Hoy se completó el paseo en la casa provincial de Drenthe.

Se suponía que los libros que deambulaban por el país animaban a los niños a leer. El proyecto fue concluido por estudiantes del centro infantil Driemaster en Assen y el Comisionado del Rey Jetta Klijnsma con un equipo de lectura. Hace tres años pasó el primer libro errante a otro comisionado. “Porque todos los niños deberían poder entrar en contacto con la lectura y los libros”, dice Klijnsma.

El Comisionado desempeñó un papel importante en la iniciativa. “Le pregunté a mis compañeros comisionados si les gustaría unirse y pedir a los niños que deambulen por los libros”. Y eso ha sido un éxito, según cifras del Fondo Nacional de Ayuda a la Infancia, del que forma parte el proyecto. Más de 2,5 millones de libros han recorrido la iniciativa.

Cuando los niños han terminado un libro, pueden dejarlo en una de las llamadas ‘estaciones itinerantes’. Los libros extraviados se pueden llevar gratis en casi 5.000 lugares en todo el país.

También se pueden encontrar docenas de estaciones en Drenthe. Este es también el caso en el centro infantil Driemaster en el distrito Asser de Pittelo. “Nuestros estudiantes o sus padres pueden llevarse un libro a casa. Luego pueden pasárselo a un sobrino o sobrina o devolvérnoslo a la escuela”, explica la directora Heleen Drent.

Vea una impresión del relevo de lectura en el gobierno provincial (el artículo continúa debajo del video):



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