Después de todos los esfuerzos por trabajar completamente digitalmente, Suecia vuelve a los libros de texto

En Suecia, las tabletas han reinado en las escuelas durante más de una década. Las tabletas servían para todo: hacer ejercicios, tomar lecciones, investigar o realizar exámenes. A partir de ahora los lápices volverán a rodar debajo de las mesas, ya que Suecia vuelve a los libros de texto clásicos.

La generación totalmente digital es un hecho, pero ahora también surgen dudas. “Vemos una crisis de lectura”, advierte la ministra de Educación sueca, Lotta Edholm. Según el ranking International Pirls (Progreso en la competencia lectora internacional), el porcentaje de niños de diez años con dificultades de lectura ha aumentado del 12 al 19 por ciento en cinco años.

Aunque se trata de un fuerte aumento, es necesario matizarlo. Suecia sigue siendo uno de los países con mejores resultados, ocupando el tercer lugar en la Unión Europea en comprensión lectora. Pero el Ministro de Educación sueco se toma muy en serio esta caída. «Suecia ha ido demasiado lejos», afirmó el ministro.

Ayer comenzó el nuevo año escolar en Suecia esta vez con lápiz y papel. El gobierno de centroderecha también destinará este año 58 millones de euros a la compra de libros de texto. Se necesitarán otros 44 millones el año que viene y otros más en 2025. Como resultado, cada alumno dispondrá de un libro por asignatura.



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