El ministro de Justicia Vincent Van Quickenborne (Open VLD) quería que no se votara uno, sino tres tratados el martes en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara. Se trata de acuerdos de asistencia judicial recíproca en materia penal con la India y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y un tratado con Irán sobre el intercambio de prisioneros.
Toda la atención se centró en ese último tratado. Según Van Quickenborne, es una «cuestión de vidas humanas». El acuerdo lleva más de cinco años en proceso, por lo que los primeros contactos ya se hicieron con el gobierno anterior. Pero ahora, según el ministro, hay razones para acelerar. “En los últimos años, nuestros servicios de seguridad han advertido sobre amenazas contra los intereses nacionales belgas”, dice Van Quickenborne. “Para evitar esa amenaza creciente, seguimos el consejo de los servicios de seguridad para lograr este tratado. Lamentablemente la amenaza se ha materializado en la detención y encarcelamiento de un compatriota”.
jalali
En los últimos días se ha sugerido que el acuerdo se utilizaría para sacar de su celda iraní al profesor de la VUB Ahmadreza Djalali, condenado a muerte por Irán. Pero Djalali no tiene nacionalidad belga, por lo que no se le puede aplicar el tratado. Aunque varios sugirieron que había un vínculo. Ahora se ha sabido que Olivier Vandecasteele, un trabajador de una ONG belga, está encerrado en una prisión iraní desde febrero.
“Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a esta persona”, dice Van Quickenborne. “Ese es nuestro deber moral. Es el deber moral de un país liberar a compatriotas inocentes en el extranjero y devolverlos a salvo a sus familias”.
Chantaje
Sin embargo, todavía tiene mucho trabajo por hacer para convencer a los miembros del comité de este tratado. “Lo que está en juego es si Bélgica es un país que coopera en la lucha contra el terrorismo o un país que puede ser chantajeado por terroristas”. Teme que el tratado abra la puerta al chantaje del régimen iraní, lo que podría facilitar la recuperación de terroristas condenados. “Principalmente aumentamos el riesgo de que los compatriotas sean utilizados como moneda, sin haber hecho nada malo”.
Esos temores también fueron compartidos por miembros de los partidos mayoritarios. El miembro del comité de Groen, Wouter De Vriendt, preguntó si este tratado no conduciría a «una especie de diplomacia de rehenes». Que Irán use el tratado para liberar a Assadollah Assadi, un terrorista iraní convicto, ya es problemático, dice. “¿Vamos a soltar voluntariamente las esposas de un terrorista convicto y dárselas a Irán como regalo con un gran lazo alrededor?”
Kattrin Jadin (MR) y el miembro del comité de CD&V, Els Van Hoof, también se preguntaron si este tratado es el instrumento adecuado para proteger mejor a los belgas contra el gobierno iraní. Debido a las muchas intervenciones, la reunión duró mucho más de lo esperado. La votación está ahora fijada para mañana.