Después de cinco años de restauración y cierre al público


doCiudad del Vaticano, 15 de octubre. (askanews) – La belleza del Apolo Belvedere ha vuelto a brillar en los Museos Vaticanos. Tras cinco años de restauración y cierre al público, los visitantes podrán volver a admirar esta escultura del siglo II d.C., considerada una de las obras más bellas de la antigüedad.

Una restauración a medio camino entre la conservación filológica y la innovación tecnológica. “Estábamos decididos a no tocar nada de la escultura – explicó Guy Devreux, del taller de restauración de los Museos Vaticanos – Y esto fue lo más difícil de lograr. Por eso queríamos absolutamente encontrar un sistema que ya no fuera lo que solía ser, es decir, desmontaje completo, etc. sino un sistema que mantenía la escultura donde estaba, en el estado en que se encontraba, y trataba de devolverle su soporte sin tocar la escultura misma, la piel de la escultura”.

“Encontramos este nuevo sistema, que es un sistema estructural, dinámico, y que se basa en el uso de fibra de carbono, que ahora se utiliza en veleros de regata, etc. y que, utilizados de la forma adecuada, pueden dar resultados extraordinarios. Y eso es lo que intentamos lograr”, añadió. El trabajo de restauración más importante de la escultura, un icono de belleza clásica, se llevó a cabo en la mano izquierda de Apolo, que volvió a su lugar en la posición anatómica más natural, probablemente como la imaginaba Leocares, el escultor griego del siglo IV. BC quien por primera vez lo construyó en bronce y del que luego fue copiado en mármol por los romanos.

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