Traspasar cientos de euros en fianza y alquiler por una habitación que no existe o ya está ocupada. Le sucedió al estudiante de maestría Juraj de Eslovaquia, quien al llegar al Geuzenbuurt de Ámsterdam Oeste se encontró con la puerta cerrada. Desde un albergue busca urgentemente un lugar donde vivir. “Tengo que decir que los estafadores eran bastante buenos”.
Y tuvo cuidado: Juraj, de Eslovaquia, pidió fotos y una videollamada con un residente actual antes de llegar a un acuerdo con su nuevo propietario. “Y busqué la dirección en Google Maps para ver si se parecía a las fotos”. “Esto está bien”, pensó Juraj. Y transferido un mes de alquiler y cantidad extra por la fianza. Total: 1400 euros.
Poco después comenzó el trueno. El primer pago fracasó y después de que la cesión fuera exitosa la segunda vez, el propietario pidió aún más dinero: supuestamente para gestionar el registro en el municipio.
Juraj se negó. A partir de ese momento ya no se sabe más del propietario. Cuando llegas a Ámsterdam, nadie abre la puerta. Las consultas con los vecinos muestran que la dirección está ocupada desde hace mucho tiempo por otras personas. Nadie reconoce la foto del residente actual a quien había llamado Juraj.
“Más duro que Londres”
Juraj está acostumbrado a algo cuando se trata de buscar habitaciones. “Hice mi licenciatura en Londres, lo cual también es difícil. No tenía idea de que aquí sería aún más difícil”.
Escuchan historias como la de Juraj con más frecuencia en el sindicato de estudiantes ASVA. “Esto lo vemos todos los años, aunque es un caso muy extremo”, afirma el conductor Bor van Zeeland. “Pero creo que esto sucede decenas de veces cada verano”.
Recomienda nunca pagar por habitaciones que no hayan sido vistas en persona. “Aunque eso signifique que tengas que viajar a Holanda una vez más.” Y los estudiantes pueden hacer que ASVA y la fundación !WOON revisen las condiciones de sus contratos de alquiler.
Con la creciente demanda de habitaciones para estudiantes, ASVA considera que no es inteligente permitir que más estudiantes internacionales vengan a los Países Bajos. “El Ministro Dijkgraaf también tiene planes al respecto, pero entonces el Gabinete saliente debe decidir no declarar estos planes controvertidos.” El municipio también puede hacer más, afirma Van Zeeland: construir más viviendas para estudiantes.
¿Sin espacio? Quédate en casa
Juraj ahora se aloja en un albergue y espera encontrar algo. El tiempo se acaba: la semana que viene empezará su máster. Se queja, pero no se culpa. “He sido muy cuidadoso en cada paso del camino. Debo decir que los estafadores fueron bastante buenos”. Luego, con una risa vacilante: “Mejor que la mayoría”.
La ASVA y las instituciones educativas de Ámsterdam piden a los estudiantes internacionales sin alojamiento que no vengan a los Países Bajos. “No importa lo directo que sea”. Según Van Zeeland, los estudiantes que se den de baja a tiempo recibirán un reembolso de sus tasas de matrícula.