Tome duchas más cortas, apague la calefacción o el aire acondicionado. Así lucen actualmente las medidas en los clubes deportivos para ahorrar energía y los costes asociados. Pero eso por sí solo no es suficiente para mantener el negocio en marcha. Se deben encontrar soluciones, lo más rápido posible.
“Los costos de energía son un problema mayor que Corona”
Debido a la pandemia, SG Schorndorf ya ha perdido varios cientos de miembros. En realidad, el club quería reconquistarlos. En cambio, se tuvo que aumentar la cuota de membresía para el propio gimnasio del club y ahora se teme una mayor pérdida de miembros. El director general del club, Benjamin Wahl, no puede descartar tener que subir los precios en otros departamentos deportivos el próximo año para compensar más o menos el aumento de costes. La combinación de la pandemia y el aumento de los precios de la energía es una carga: “Uno se pregunta dónde recuperar todo esto, incluso si los precios se han ajustado”, dice Wahl en una entrevista con SWR Sport.
exigencias a la politica
Para ayudar a los clubes, Ulrich Derad, director general de la Asociación Estatal de Deportes de Baden-Württemberg, pide un apoyo rápido y, sobre todo, no burocrático: “Es importante hacer accesibles las subvenciones, porque existen, pero no No ayuda si no son accesibles”, dice. Derad le cuenta a SWR Sport sobre una asociación que pide a sus miembros que se duchen en casa para ahorrar agua. Sólo un ejemplo de muchos.
“La situación es dramática”
Un club que se ha ayudado a sí mismo es la Asociación Deportiva Feuerbach. Un administrador de energía ahorra alrededor del 25 por ciento de los costos de energía anteriores. Sin embargo, los crecientes costos también son una gran preocupación aquí. Benjamin Haar, director gerente del club, explica a SWR Sport: “Por ejemplo, todavía existe la posibilidad de bajar la temperatura del aire otro medio grado, pero luego estamos en un área donde se vuelve realmente incómodo y en algún momento el riesgo de lesiones aumenta”. Se ha hecho todo lo que actualmente es técnica y económicamente posible. Solo puede apelar a sus miembros para que ajusten su propio comportamiento de consumo: “Se acabaron los tiempos en los que hablas durante media hora en la ducha tibia después de hacer ejercicio”, dice Haar.
Dilema entre presión de costos y misión social
Las primeras comunidades están acabando con los días cálidos de baño. Debido a la baja temperatura del agua, algunos cursos de natación para niños deben cancelarse. “La natación es una habilidad esencial para la supervivencia. No debería haber ninguna sacudida en un tema como este”, dice Haar con preocupación. A pesar de la presión de los costes, los clubes son conscientes de su misión social y quieren que el deporte siga siendo accesible para todos. “No debemos excluir a las personas socialmente desfavorecidas”. Al final está claro: ningún deporte no debería ser la solución.
Fuente: ROE