Por Anne Losensky
Un semidiós vestido de blanco como un asesino en el banquillo, se dice que una enfermera apretó el gatillo para el médico, con una jeringa. Un denunciante sacó a la luz el escándalo Charité.
Día 2 en el juicio contra el Dr. medicina Gunther S. (56) y la enfermera Katja W. (39). El especialista en medicina interna fue médico jefe de la unidad de cuidados intensivos cardiológicos del Charité/Campus Virchow hasta agosto de 2022.
Está tras las rejas desde el 8 de mayo de 2023. Primero se trataba de acusaciones de asesinato. Pero los jueces lo ven de otra manera y se enfrentan a un homicidio involuntario: Ulrich B. (73) murió el 21 de noviembre de 2021 y Margarete G. (73) murió el 23 de julio de 2022.
Una enfermera (28) acudió entonces a los abogados de confianza de la Charité. Se investigaron cuatro muertes extrañas, dos de ellas suficientes para obtener órdenes judiciales y cargos. El médico y la enfermera guardan silencio ante el tribunal.
Ahora la “denunciante” se revela como una testigo clave:
► “El médico le dijo a la hermana Katja que dejara de reanimar al paciente y le inyectara el sedante propofol. Ella no reaccionó, la dosis era muy alta. Él repitió su orden y sólo entonces ella la cumplió. El paciente murió. Después dijo que no lo volvería a hacer”.
► “Él mismo le inyectó la droga al paciente. Pasaron los minutos. Luego volvió a chorrear. Luego ella murió. Sus dosis de propofol no quedaron registradas en la documentación”.
► “Empecé a escribir registros de memoria. Sabía que su apodo era Sacerdote. Como acompañante en la muerte”. El juez pregunta si se refiere a la eutanasia activa. Ella no dice nada al respecto.
Fiscal Martin Knispel: “Sin ella esto nunca se habría sabido. No pudo reconciliarlo con su conciencia, lo cual fue muy valiente de su parte”.
Una investigación aún está en curso. “No hay nada que indique que el médico lo haya hecho por lástima. Posiblemente por importancia personal”. Veredicto del 16 de enero.