Mirando hoy no se puede decir que el abrazo de Raffaele Fitto al premier in pectore Giorgia Meloni haya carecido de previsión. Es en la segunda vida política de la exgobernadora de Puglia y ministra de Asuntos Regionales de Berlusconi quater, la protagonizada en los círculos europeos con un constante y minucioso trabajo de tejido, que la líder de la FdI ha encontrado con el tiempo el banco para hacerla salida de las fronteras nacionales.
La respuesta al llamado de Meloni
Un acuerdo progresivo marcado por algunos momentos clave, a partir de finales de 2018. Con el llamamiento lanzado por Meloni a ampliar la experiencia de la FdI “para llegar a la constitución tras las elecciones europeas, de un gran movimiento conservador y soberano que pone la defensa de los intereses nacionales italianos”. Fitto es de los primeros en responder que sí.
Un largo cursus honorum
En realidad, su acercamiento a la política arranca muy pronto. Cincuenta y tres años, casado con Adriana, dos hijos, Fitto es licenciado en derecho y tiene una carrera política que comenzó en 1990, cuando fue elegido consejero regional en Puglia por la DC. Su padre Salvatore, quien falleció en 1988, fue presidente del consejo de Apulia. Vicesecretario de la CDU de Rocco Buttiglione desde 1995, en 1998 creó, junto con Roberto Formigoni, el movimiento de los Demócratas Cristianos por la Libertad, que se fusionó con Forza Italia. Elegido al Parlamento Europeo en 1999, se convirtió en presidente de la región de Puglia en 2000. Pero en 2005 no fue reelegido, superado por un estrecho margen por Nichi Vendola. Ingresó a la Cámara en 2006 y fue confirmado en 2008.
La ruptura con Cav
Llegó a Estrasburgo nuevamente en 2014, el segundo candidato más votado en Italia en una sola circunscripción. Tiene una gran estima por Fitto Berlusconi, es a todos los efectos uno de sus “discípulos”, las consultas son frecuentes hasta la época del Pacto Nazareno que actúa como un verdadero parteaguas. Un antes y un después. La Convención Azul toma forma en su iniciativa, que tiene como objetivo el futuro del centroderecha, “porque como está hoy ya no puede más y porque hay que construir una alternativa clara y distinta a Renzi y hacerlo sobre la base de una posición inequívoca sobre el referéndum”.
En Puglia, un nuevo banco de pruebas
Con Berlusconi el desgarro es incurable y culmina con el desembarco en las filas de los Hermanos de Italia. Es Giorgia Meloni en 2020 para presentar la candidatura de Fitto a la presidencia de Puglia, mientras tanto se convierte en copresidente del grupo europeo Ecr-FdI. Después de él, el centroderecha, que se presentó dividido en las elecciones, nunca ha logrado recuperar la Región. E incluso si en ese caso la paz recién encontrada falla en el resultado, la prueba cimenta las relaciones con el líder de la FdI. Fitto agradece a todos, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi (“con este último nos encontramos realmente también y sobre todo desde un punto de vista humano”) pero “en particular a Giorgia Meloni que no me hizo faltar la cercanía política y personal, demostrando una profundidad político fuera de lo común”.