Para los nerazzurri es la decimotercera victoria consecutiva en 2024 (10 en la Serie A). El rossoblù de Motta lo intenta, pero no se abre paso
El décimo. Con ferocidad, furia justa, cobertura total del campo, puñaladas, control y algunas emociones: el Inter consiguió su décima victoria consecutiva en el campeonato y derrotó a un Bolonia menos suelto y venenoso que de costumbre y que después de 6 victorias en En fila y 13 resultados positivos en casa se produjo la derrota en Dall’Ara, algo que no ocurría desde el 21 de agosto de 2023. Sólida representación de los nerazzurri a pocos días del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones del miércoles contra el Atlético de Madrid: El gol de Bisseck en el minuto 37 de la primera parte bastó para desvitalizar a un equipo de Bolonia al que Motta intentó dar una salvada al final de la segunda parte, sin recibir un gol que hubiera podido reequilibrar todo. Después de la única derrota en casa sufrida en el primer partido de la temporada contra el Milán, el equipo de Thiago cayó bajo el golpe del Inter dando la impresión de haber dejado en el vestuario un poco del repertorio de Gran Belleza que caracterizó el campeonato.
y llega bisseck
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Al principio, Motta sorprende más que Inzaghi: ni Orsolini ni Ndoye, sino Saelemaekers en el interior, con Odgaard probado durante la semana, como extremo, que se desplaza hacia el carril derecho; Calafiori vuelve a ser baja (se jugó un partido de los últimos cinco) y entra Lucumi. El técnico del Inter deja inicialmente a Lautaro en el banquillo como había anunciado y la pareja ofensiva la forman Thuram con Sánchez, mientras Arnautovic recibe algunos abucheos en los momentos previos al partido en los que él y sus compañeros vuelven al centro de lo que antes su estadio durante dos temporadas en una especie de amarcord una hora antes del partido. Dall’Ara tiene treinta mil almas, agotadas desde hace días, y el comienzo es un estudio profundo, con el Bolonia apareciendo con el habitual 4-1-4-1 y con Freuler ascendiendo, dejando la ficha de control -en el juego posicional de Thiago – en Beukema; El Inter vio cómo Sánchez retrocedía para empatar el partido y una incursión de Carlos Augusto fue inmediatamente bloqueada por un deslizamiento (7′) de Odgaard en retirada. La primera emoción real llega en el minuto 14: pase de Bisseck con interferencia de Kristiansen, zurdazo de Darmian, dentro del área, que no “ve” portería. En el minuto 21, el Bolonia tiembla: Kristiansen tropieza en el borde del área, Thuram, presionado, lo recupera, Barella solo frente a Skorupski, que bloquea de manera excelente un balón que, repetido por los nerazzurri, ve al portero polaco como protagonista. nuevamente en diagonal desde lejos por Carlos Augusto. A los 25′. Se muestra la primera tarjeta amarilla (a Zirkzee sobre Calha) y tras la jugada Thuram cae en el área en el duelo con Lucumi: sin penalización, entrada legal. El Bolonia maniobra lentamente y en el minuto 34 consigue el disparo: es Ferguson quien lanza una piedra desde fuera del área a la que Sommer responde perfectamente. Pero el Inter es Inter: 37′, acción combinada a partir de Sánchez, balón a Carlos Augusto que pasa a Bastoni, centro panorámico, Bisseck se desliza hacia la derecha atacando el área, Saelemaekers llega totalmente tarde, aplastado y 0-1 para el líder de la liga. . El defensa del Inter se alegra entonces entre la afición boloñesa: Pairetto está a punto de advertirle (con razón), pero luego el autor del gol se disculpa y la tarjeta se queda en su bolsillo. En el minuto 44, Kristiansen salva una situación del Inter de cara a la portería con un centro de Darmian mientras el Inter vuelve a ser letal en la primera parte (66 puntos anotados en los primeros 45 minutos ante el Bolonia).
motta furioso
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Para la segunda parte, Inzaghi coloca a Dumfries en lugar de Carlos Augusto, mientras Freuler recibe la advertencia (correcto, pisotear a Mkhitaryan) como advertencia y, por lo tanto, se perderá el partido en Empoli. El Bolonia mantiene el mismo once que en la primera parte y roza el peligro con Posch: diagonal en el minuto 3, sería saque de esquina pero Pairetto no concede. El Inter introduce a Frattesi y Assllani por Mkhitaryan y Calhanoglu, Motta deja todo igual hasta bien entrada la segunda parte pero el Bolonia no logra encontrar espacios vitales para llegar al empate ni brilla con peligro. A los 20′ de la segunda parte, el ex rossoblù Arnautovic entra en lugar de Thuram: sólo pitos de Dall’Ara. Finalmente Motta decide hacer un cambio: no en las bandas como es imaginable, sino en el centro del campo, colocando a Moro por Aebischer y luego a Ndoye por Saelemaekers. Es el minuto 30, pero el Inter tiene el control del partido, salvo algunas ráfagas inofensivas de los rossoblù que consiguen disparar con Ferguson, un disparo raso desde fuera. Thiago juega para el debut italiano de Castro y Orsolini, mientras Zirkzee llega para preocupar (pero no demasiado) a Sommer en el minuto 32 e Inzaghi pone a Klaassen por Barella. El Inter resiste, el Bolonia presiona y Castro llega al tiro: alto, muy alto. El partido se escapa, una falta de Darmian es desaprovechada y no pitada por Pairetto, Thiago pide un aumento del tiempo de recuperación también por la lesión de Arnautovic que, a causa de un flexor, se desploma solo en el suelo. Pairetto cierra al 96’50” entre protestas de los jugadores del Bolonia que pedían un aumento y con Motta saliendo del campo hablando animadamente con el cuarto árbitro Rapuano. Inter imparable: y ahora, abajo el Cholo Simeone.
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