Delphine Lecompte testifica sobre el abuso sexual en psiquiatría: ‘Aún sufre ataques de pánico y autodesprecio todos los días’

A la edad de 21 años, Delphine Lecompte (44) esperaba que con una estadía en psiquiatría podría controlar sus demonios mentales. Sin embargo, dentro de los muros de la institución, cuyo nombre es conocido por los editores, dijo que fue víctima de una cuidadora con malas intenciones.

En un artículo que Humo publica el martes, cuenta cómo se enamoró de una enfermera nocturna de 40 años que inicialmente era ‘amable y sensible’. Después de cinco semanas, su actitud cambió, escribe ella, y la violó varias veces. Posteriormente, también la habría insultado y amenazado verbalmente. Según el poeta, otra mujer también fue abusada por el hombre y trató de agredir a un paciente masculino.

Lecompte no pudo intervenir en ese momento. Ya estaba luchando con problemas psicológicos y, además, estaba enamorada de la enfermera de noche. Según Lecompte, el hombre rompió contacto con ella a los 17 meses porque superó sus problemas de alimentación y por eso “ya no podía pasar por un chico de 15 años”. Luego sería transferido a psiquiatría juvenil, pero Lecompte quería que su nuevo empleador supiera sobre sus acciones. Escribió a la nueva institución, pero la denuncia no fue tomada en serio.

bastardo egoísta

En su artículo, Lecompte escribe que la institución donde se alojó tampoco le creyó. El psiquiatra jefe supuestamente la llamó «bastarda egoísta» y la culpó por las atrocidades. “Solo le preocupaba el prestigio de su institución y se sentía acorralado. Quería sacarme de su oficina, así que me dijo que era mi culpa”.

En una respuesta, la directora de la institución dice que no puede encontrar ninguna denuncia de Lecompte en su archivo. El director no responde a la sugerencia de que el médico en cuestión nunca presentó una queja formal porque consideró la conversación con su paciente como «informal». “Eso es parte del secreto profesional médico y lo respetaremos en todo momento”.

Mientras tanto, Lecompte vive con las heridas del pasado. “Todos los días estoy plagado de ataques de pánico, autodesprecio, compulsiones y revivir. Las noches son horribles, siempre me mantengo alerta”, escribe en su texto. Ella, mientras tanto, se disculpa con el movimiento #MeToo, por el que a menudo ha criticado en el pasado. Sin el espíritu de la época cambiado, nunca habría tenido el coraje de contar su historia, suena en la conclusión de su artículo.



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