El bresciano de 32 años triunfó en París tras finalizar séptimo en Río. Su estrella siempre ha sido la pasión: «Al principio tienes miedo de volcarte pero si aprendes a ser uno con la canoa…»
Sé como el agua, amigo mío. Bruce Lee lo dijo. Giovanni De Gennaro lo aprovechó y ganó el oro en kayak doce años después de Daniele Molmenti. El deporte es una carrera y una lucha. A veces contra ellos mismos, otras contra la naturaleza y sus elementos. De Gennaro se enamoró de este deporte sólo después de hacer las paces con su miedo. “Es un deporte difícil, en los primeros años uno quiere practicarlo, pero hay miedo de volcar, de perder el control del barco y eso hace que no siempre sea divertido”. Necesitamos encontrar un equilibrio, una especie de acuerdo con el entorno, el agua, sus remolinos, los vórtices, las fuerzas y con el kayak obviamente, que se convierte en un nido en el que descansar. “Cuando puedes superar tu miedo, te vuelves uno con la canoa y el juego se vuelve hermoso”, dijo. Sus padres lo llevaron a la playa en canoa. Pero la pasión se encendió viendo a su hermano Riccardo y especialmente a Gianni, un vecino, «que luego se convirtió en mi primer entrenador». Giovanni le dedicó la medalla a quien murió hace diez años en una canoa. A los trece años dejó de ir al baloncesto y al kárate. Pensaba en navegar en kayak todos los días. «Cuando deje de ser deportista, todavía no dejaré de ser piragüista.»