Cada vez hay más pruebas de que el gigante energético ruso Gazprom está enviando mercenarios a Ucrania. La empresa, que hasta hace poco era el principal patrocinador del fútbol europeo de élite, está capacitando a sus propios agentes de seguridad para que se conviertan en soldados. Deben llenar los vacíos dejados por las pérdidas rusas y la retirada del grupo Wagner. Conoce a Torch, Stroom y Vlam, las milicias a las que Europa contribuye cínicamente.
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