En 41 días Nicolò pasó de saltarse los amistosos a volver a estar en el centro del proyecto Giallorossi. Esto es lo que le hizo cambiar de opinión en su largo verano, entre los discursos de Mourinho y el papel de su hijo Tommaso
Había comenzado con un dolor de espalda nunca confirmado oficialmente (por cierto…) que le había hecho perderse el primer partido amistoso de la temporada ante el Trastevere. Se está acabando, salvo sorpresas que serían sensacionales, con un jugador encontrado y nunca tan insertado dentro del grupo.