Del Col: «Los libaneses deben decidir qué hacer con su futuro»

«Los libaneses tienen que decidir qué hacer con su futuro. Podemos ayudar dentro de los límites de nuestro mandato internacional. Pero antes que nada tienen que ayudarse a sí mismos». El hallazgo de Stefano Del Col, general, Bersagliere, de 61 años, de Friuli, es una de las condenas que maduró en cuatro años al mando de los cascos azules de la FINUL, en el sur del Líbano. Custodiar una frontera entre dos países en conflicto (Israel y Líbano, más Hezbolá) en una región en conflicto no fue una misión tranquila.
A finales de febrero Del Col dejó a su colega español Aroldo Lázaro Sáenz el mando de las Fuerzas Provisionales de Naciones Unidas en Líbano, Unifil: 10.048 soldados de 46 países y 850 civiles, un equipo de helicópteros, 5 barcos, un presupuesto anual de 480 Millones de dolares. El italiano es el segundo mayor contingente, 1.060 soldados: el mayor y más exigente de nuestras misiones de paz en el exterior.
«La tarea de Unifil es crear una estabilidad que permita el diálogo entre diplomáticos y políticos», explica el general. «No podemos reemplazarlos, creamos las condiciones sobre el terreno para que alcancen esa luz al final del túnel llamada proceso de paz».
Precisamente: la misión es compleja. Además de la inestabilidad fronteriza, Líbano es incapaz de hacer las reformas políticas y económicas necesarias, vive la crisis institucional más peligrosa desde la guerra civil que terminó en 1990; y una compañía financiera considerada la peor del mundo en los últimos cien años.
Con una fuerza y ​​un mandato más limitados, Unifil se desplegó en 1978 entre el río Litani al norte y la «Línea Azul»: 123 kilómetros de frontera incierta y disputada. Entonces el Sur era la «Tierra de Fatah» controlada por las guerrillas palestinas, no por el gobierno libanés; hoy es de la milicia chiita de Hezbolá. En el verano de 2006, la misión Unifil se confirmó y fortaleció después de 34 días de guerra entre Israel y Hezbolá, detenidos por una tregua que estaba constantemente en peligro.

General, si Israel y Hezbolá lo retiran, ¿qué podría hacer Unifil?

Continuar para lograr el cumplimiento de su misión.

Uno de los mandatos establecidos por la ONU es ayudar al ejército libanés para que las únicas fuerzas armadas y las únicas armas en el sur sean de Unifil y del estado libanés. ¿Es alcanzable?

Nuestra misión es mantenimiento de la paz, mantenimiento de la paz; no de imposición de la paz, de imposición. Las fuerzas libanesas son, según mandato, nuestros principales socios. Hemos creado para ellos un modelo de regimiento adecuado para controlar el Sur: una caja perfecta pero vacía, sin los 1.200 soldados esperados porque Líbano no ha tenido fondos para reclutar durante casi dos años.



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