Un nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento, después de más de 25 años, para dar a los estados plena elección sobre las políticas fiscales mediante el diseño de planes de gasto a medio plazo, siempre que garanticen una reducción de la deuda y el déficit. Estos son algunos de los puntos clave de la revisión de la gobernanza económica europea que examina el Ecofin extraordinario el jueves por la noche. La ambición inicial era simplificar las reglas, pero junto al parámetro único de los planes de gasto, gradualmente se fueron añadiendo “salvaguardias” y la reforma se volvió más complicada. A continuación se presentan algunos de los conceptos principales mientras las negociaciones aún están abiertas.
Modulación del gasto
Según la reforma, los Estados miembros tendrán que presentar a la Comisión planes de gasto público de cuatro años, ampliables hasta siete. Deben garantizar una reducción sostenible de la deuda.
Deuda y déficit
El techo que fijan los tratados para la deuda pública en el 60% y el déficit en el 3% del PIB no cambia. La Comisión de la UE comunicará las ‘trayectorias técnicas’ de regreso a quienes se encuentren fuera del umbral. Con un déficit superior al 3% del PIB, se activa un ajuste estructural anual mínimo del 0,5%.
Sostenibilidad de la deuda
Las trayectorias dadas a los países por encima del umbral son desarrolladas por la Comisión sobre la base de una metodología determinada, el Análisis de Sostenibilidad de la Deuda (DSA).
Disminución de la deuda
Los países con una deuda entre el 60 y el 90% del PIB tendrán que garantizar una reducción de la deuda del 0,5% a partir del primer año después del plan de ajuste. La caída será del 1% para aquellos con una deuda superior al 90% del PIB.