La deducibilidad fiscal de los gastos de mantenimiento tras los daños causados por una tormenta es una cuestión de gran importancia para muchos propietarios, sobre todo teniendo en cuenta que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes.
Apoyo fiscal: eso es lo que importa
La reclamación fiscal por los costes de los profesionales después de los daños causados por las tormentas forma parte del sistema fiscal alemán, cuyo objetivo es ayudar a los propietarios de viviendas que necesitan realizar trabajos de reparación en sus viviendas de uso privado. Este apoyo se realiza en forma de bonificación fiscal, cuyo objetivo es aliviar la carga financiera de los trabajos de reparación, como escribe WISO Steuer en un artículo online. Es importante recalcar que la bonificación fiscal no aplica para todo tipo de costos. Por ejemplo, los costes de materiales no se pueden reclamar a efectos fiscales, mientras que se tienen en cuenta las tarifas de mano de obra, desplazamientos y horas de máquina, como continúa diciendo.
Un aspecto clave de la deducibilidad fiscal es la forma en que se pagan los servicios de los comerciantes. La Hacienda sólo reconoce los gastos que se han transferido de forma comprobable, continúa WISO Steuer. No se aceptan pagos en efectivo, ya que su objetivo es ayudar a frenar el trabajo no declarado. Para que una reclamación de impuestos tenga éxito, se requiere una factura y un comprobante de pago sin efectivo, como una transferencia bancaria o una domiciliación bancaria. Los recibos deben conservarse durante al menos dos años, ya que la oficina de impuestos puede exigirlos, como se destaca más adelante. Pero, ¿a cuánto asciende la bonificación fiscal?
La bonificación fiscal cubre el 20 por ciento de los gastos incurridos, pero tiene un límite de 1.200 euros al año, según WISO Tax. Este límite superior se aplica a todos los servicios comerciales que ocurren en un hogar dentro de un año y no por medida individual. Esto significa que la bonificación fiscal máxima para todos los trabajos artesanales en un año es de 1.200 euros, independientemente de cuántos trabajos diferentes se hayan realizado, concluye.
Casos límite y excepciones
Sin embargo, un aspecto importante se refiere a las situaciones en las que el seguro cubre los costes de los daños causados por una tormenta. En tales casos, no es posible ninguna bonificación fiscal porque el contribuyente no tiene una carga financiera, dijo CHIP en un artículo en línea. La única excepción es su propio deducible, por el cual puede solicitar la bonificación fiscal. Se aplican regulaciones diferentes a las propiedades alquiladas. Si se incurre en costos comerciales para dichas propiedades, los propietarios pueden declarar estos gastos como gastos comerciales en sus declaraciones de impuestos, como continúa diciendo. Esto difiere de la normativa aplicable a los edificios residenciales ocupados por sus propietarios.
También hay casos en los que la reducción de impuestos también incluye el trabajo de expertos, por ejemplo, si antes de las medidas de renovación es necesario un cálculo estático, como subraya Finanztip. En determinadas circunstancias, dichos servicios podrán ser reconocidos como servicios auxiliares inseparablemente vinculados al servicio principal. Sin embargo, aquí también existen límites, como lo demuestran, por ejemplo, las decisiones del Tribunal Federal de Hacienda, que clasifican determinadas actividades como servicios separados y, por tanto, influyen en la deducibilidad, concluye Finanztip.
D. Maier / equipo editorial finanzen.net