Al menos 34 personas han muerto en Brasil por las lluvias torrenciales que han devastado el estado nororiental de Pernambuco desde el martes. Así lo informan las autoridades. El sábado vio la mayoría de las bajas. Luego, 29 personas murieron por deslizamientos de tierra.
Casi 1.000 personas han huido de sus hogares debido a las fuertes lluvias. En las redes sociales se pueden ver videos de caminos inundados, casas que se derrumban y deslizamientos de tierra.
236 milímetros de lluvia cayeron en algunos lugares de la capital del estado de Recife entre la noche del viernes y la mañana del sábado, informó la alcaldía. Según los servicios meteorológicos, lloverá durante las próximas 24 horas. Se teme que la situación empeore. El código rojo estará vigente en el estado de Pernambuco hasta el domingo.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, usó Twitter para expresar su «tristeza y solidaridad con las víctimas de este triste desastre» y dijo que su gobierno hará todo lo posible «para aliviar el sufrimiento». Según el presidente, el ejército está desplegado «para ayudar en las operaciones de socorro de emergencia y brindar la ayuda necesaria a las familias afectadas».