El caso de agresión sexual llegó a un punto crítico interno cuando los trabajadores de la guardería encontraron decenas de miles de fotos pornográficas, incluida pornografía infantil, y películas de sexo en un teléfono de servicio durante su turno de noche.
La policía estaba investigando. Esto mostró que un teléfono de servicio contenía material pornográfico y un segundo teléfono de servicio también contenía pornografía infantil. Se descubrió que un tercer teléfono, perteneciente a un cliente, contenía pornografía general y pornografía infantil.
La descarga de pornografía continuó durante meses. Involucró decenas de miles de imágenes pornográficas. La policía y el Ministerio Público no adelantaron la investigación. El poder judicial no quiere decir nada al respecto con miras a la privacidad de los involucrados.
Sin declaración
La gerencia de Leekerweide no denunció y sostiene que solo un cliente de la institución asistencial es responsable de descargar la pornografía.
Las fuentes dentro de Leekerweide dudan seriamente de que esto sea cierto porque el cliente al que ahora se culpa no podría hacer esto en absoluto. No excluyen la posibilidad de que uno o más empleados sean responsables.