Al menos 35 civiles murieron en un ataque a un convoy en Burkina Faso el pasado lunes. Según el gobierno, uno de los vehículos chocó con un artefacto explosivo. La explosión también hirió a 37 personas.
El convoy de suministros se encontraba en el norte del país de camino a la capital, Uagadugú. Las cosas se torcieron entre las localidades de Djibo y Bourzanga cuando uno de los vehículos golpeó un artefacto explosivo improvisado.
«Los agentes de seguridad tomaron medidas rápidas para ayudar a las víctimas y asegurar el área», dijo el gobierno militar en un comunicado.
El área alrededor del ataque ha sido devastada por militantes islámicos en los últimos años. Los grupos vinculados a Al Qaeda y el Estado Islámico están ganando cada vez más poder, matando a miles y expulsando a más de un millón de personas de la zona.
Se estima que el gobierno de Burkina Faso ya no posee más del 40 por ciento del país. En enero pasado, el ejército dio un golpe de estado. Los militares prometieron entonces tomar medidas más duras contra los grupos yihadistas. Pero en los últimos meses ha habido ataques contra la policía y objetivos civiles.