La cadena internacional de tiendas de deportes Decathlon está bajo fuego después de que una investigación revelara que la cadena seguía suministrando ropa en secreto a su comprador ruso a través de una “empresa fantasma” en Dubai.
En octubre, Decathlon vendió sus 60 puntos de venta locales rusos a Desport. Un paso que se describió como el fin de la presencia en Rusia, “pero no fue así”, afirman los investigadores de la agencia de investigación Disclose.
Su investigación reveló que Decathlon ha seguido suministrando a Desport durante las últimas semanas productos «muy discretos», como joggings de la marca Kalenji, chaquetas de esquí Wedze y pantalones y zapatos Quechua, por un importe total de al menos 11 millones de euros.
Estos productos fueron transportados en noviembre desde Bangladesh, donde se producen, vía Dubai, donde una empresa fachada compró los productos. Esto se desprende de documentos internos y testimonios que la agencia de investigación Disclose pudo ver.
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El grupo Mulliez, propietario de Decathlon, es una de las pocas empresas francesas que ha mantenido sus actividades en Rusia. Se mantuvo su cadena francesa de hipermercados Auchan, donde más del 10 por ciento de las ventas se generaron en Rusia.
La dirección de Decathlon, que por el momento no quiere comentar sobre la investigación, afirmó que están «haciendo todo lo posible para evitar que sus productos sean revendidos en o hacia Rusia».
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