De residuo a materia prima, nuevas combinaciones para reciclar acero y neumáticos


De residuo a materia prima para las industrias. Porque a partir de la combinación de chatarra de acero y neumáticos de final de carrera es posible obtener un caucho reciclado apto para nuevas producciones industriales. Una novedad, en el campo de la economía circular, que han conseguido investigadores de ENEA en equipo con los de la Universidad de Brescia.

Desde Lombardía para reciclar caucho y acero

«Con este trabajo estamos sentando las bases para realizar una acción de simbiosis industrial entre dos sectores tradicionalmente disímiles, el siderúrgico y el caucho, en una región como Lombardía, donde se concentran los principales productores de acero para horno eléctrico y, en consecuencia, de grandes cantidades de residuos a valorizar -dice Marco La Mónica, economista del Laboratorio Enea para la valorización de los recursos en los sistemas productivos y territoriales-. Partiendo de un análisis del contexto local y de los sectores productivos, pudimos identificar posibles flujos simbióticos entre empresas de diferentes sectores».

Procesamiento sin aditivos

El “proceso de fabricación en frío y sin adición de aditivos” ha permitido producir finas láminas de caucho de 1 milímetro de espesor que, como señalan los expertos, muestran características de compacidad y cohesión desde los primeros análisis con microscopía electrónica. «Para evaluar las propiedades de este nuevo material, combinamos el ingrediente básico, el polvo de neumáticos, con cantidades gradualmente crecientes de escoria de acero y encontramos una reducción en el coeficiente de fricción y un aumento en la rigidez», agrega Anna Gobetti, investigadora postdoctoral. de la Universidad de Brescia -. Además, el contenido de óxido de hierro (alrededor del 40% en peso) procedente de la escoria de acería le ha dado al caucho reciclado propiedades magnéticas y una mayor conductividad térmica que lo hace interesante para aplicaciones donde se necesita disipar el calor».

Menos residuos de procesamiento

No solo. Durante el proceso, la chatarra de acero “permite romper el enlace químico con el azufre presente en el caucho al final de su vida mediante una acción mecánica”. Además, “se reduce la liberación de algunos elementos potencialmente tóxicos para el ser humano a partir de las escorias siderúrgicas, como por ejemplo cromo, molibdeno y vanadio, por debajo de los límites legales”.

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Un paso adelante para un sector que registra el uso de 435 mil toneladas de neumáticos cada año y solo el 20% se regenera para nuevos usos en el sector de la movilidad y también una producción de 20,4 millones de toneladas de acero de las que se deriva la escoria negra durante unos 10 -15 por ciento de la producción.



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